Efe envió a Arrabal un cuestionario por email, al que el escritor respondió y amplió, imaginando una extensa conversación, de la que se reproducen varios extractos.
—¿Qué le parece la ópera en general?
—Gastronómicamente erótica, como el esperanto de los paladares.
—¿El libreto de una ópera hoy? ¿Qué le sedujo de este encargo? ¿Qué le gusta de escribir un libreto para una ópera?
—No hay que confundir el futuro de mis libretos con la historia de mis libretos.
—¿Considera usted que éste es un libreto complejo?
—Solo he realizado cuatro libretos para óperas y siempre fueron tan complejos como poco acomplejados: Apokaliptika con música de Milko Kelemen, L’opera de la Bastille con Marcel Landowski, Pic nic im felde con Ostfiend Büsing y Guernica con Constantinos Stylianou.
—Desde que se anunció el encargo hasta ahora han pasado años, ¿ha pensado en alguna ocasión que no llegaría a ver la luz?
—Desde que dirigí en la Ópera Real de Bélgica dos óperas (La vida breve de Falla y Goyescas de Granados) percibí el ritmo de sus proyectos.
—¿Por qué se inspiró en el mito de Fausto y hace protagonista a una mujer?
—Porque desde niño me digo frente al enigma fecundo: “Desabrocha tu uniforme; hay otro debajo ¡carajo!”
—¿Qué personaje de ópera le gusta?
—Todas mis respuestas están sujetas a mi circunstancia: mañana podrían ser muy diferentes.
—¿Qué relación tiene con Leonardo Balada?
— Balada/Arrabal es una acuerdo sinfónico que carece de cuatro vocales y dispone de cuatro consonantes. Con menos Arquímedes hubiera levantado la tierra.
—¿Cree realmente que el ser humano va al inevitable fin, al fin de las ideas y el triunfo de la violencia?. (Tal como se indica en la sinopsis del libreto)
—Vivimos tiempos de miopía en que matar por placer parece peor que hacerlo por ideal.
—¿Cómo le gustaría morir?
—Durmiendo en plena polución nocturna.
—¿Por qué el Real de Madrid va a estrenar el próximo 13 de febrero su última opera (con la dirección de Els Comediants)?
—¿Para vengar La vida breve de Falla?
—¿Los teatros solemnes le representan?
—En la Comédie Française y otros teatros nacionales europeos se puede representar mi teatro actualmente de la forma más sorprendente e incluso arriesgada. O no representarse sin que ni siquiera las masas salgan a manifestar su repulsa por ello.
—Su teatro se publicó, hasta 1977, antes en japonés o griego que en su lengua materna.
—Por orden de las autoridades. La sarna inteligente prefiere los toros colorados.
—¿Por qué se negó a firmar el manifiesto de la lengua común?
—No tengo, hélàs, ni lenguas maternas ni lenguas chupantes.
—Dice usted que no es emigrante sino desterrado. ¿Vendrá usted, sin embargo, a Madrid para el estreno?
—Puesto que más que de raíces dispongo de piernas.
—¿Cómo ve el futuro, desde París donde vive?
—Menos los adivinos, todos pueden prever el porvenir.