Un gol de Rooney el día que reapareció con Inglaterra cumplida su sanción, sentenció a la segunda anfitriona, Ucrania, que fue castigada con un gol fantasma que no subió al marcador, en una jornada en la que Ibrahimovic colocó a Francia como rival de la selección española.
Después de quedar primera del Grupo C España esperaba rival. La resolución del Grupo D fue sorprendente y ocurrió lo que la mayoría de los internacionales españoles no deseaban. La Roja se medirá a Francia en cuartos de final. Un enfrentamiento con capítulos históricos.
La final de Eurocopa 1984, con el gol de Platini en un error de blocaje de Arconada. El penalti fallado por Raúl en la Eurocopa 2000. La derrota ante Zidane en la última eliminación de la selección española de un Mundial, en el 2006 en Alemania. Algunos capítulos de unos duelos en los que España nunca firmó una victoria en partido oficial.
Marcó primero Rooney el día de su vuelta. Inglaterra pasaba el examen ante la única anfitriona que tenía opciones de meterse en cuartos, tras la eliminación sufrida de Polonia en el último instante. El delantero inglés no competía en partido oficial desde el 13 de mayo. Regresaba tras el castigo por agredir al defensa de Montenegro Dzudovic en la última jornada de la clasificación.
Un centro desde el costado derecho de Gerrard lo desvió un defensa y no lo tapó el portero Pyatov. Rooney, siempre atento, apareció en el segundo palo para cabecear a placer a la red. Fue un duro golpe para Ucrania. Ante su afición se dejó todo buscando una remontada que le diese la clasificación.
Se topó con un inspirado Hart y con un error arbitral grave. Si en el Mundial 2010 la perjudicada fue Inglaterra con un gol fantasma, en esta ocasión salió beneficiada. La tecnología no entra en el fútbol y los nuevos árbitros de línea no ven ese tipo de acciones. Inglaterra había asaltado el primer puesto del grupo y había evitado a España, la campeona de Europa y del mundo.
Francia no encontró su fútbol y se estrelló ante su inoperancia. Ibra dejó un golazo de volea para una Suecia liberada de presión y que limpió su imagen. Llenó de nervios a los blues que fueron a remolque todo el encuentro.
Se volcaron y sirvió de poco. Terminó encajando el segundo tanto, a placer Larsson. Benzema está siendo un buen asistente pero no el matador que necesita su selección. Los centros de Ribery no le encontraron y Francia volvió a sufrir una derrota 23 partidos después cuando tenía en su mano esquivar a España y medirse a Italia.
