La Torre Pelli se ha quedado sin proveedor para su fachada. El constructor del rascacielos ha decidido rescindir el contrato a la filial de la empresa Emiliano Madrid después de que esta última entrara en concurso de acreedores (suspensión de pagos) y de que, en breve, la empresa vaya a cometer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Según ha podido saber Viva Sevilla, tras la reunión mantenida entre ambas partes, la constructora decidió sacar el proyecto a Estrumaher y, en estos momentos, tantea a otras dos empresas que se encargarían de la fachada de la Torre Pelli.
Lo que todavía no ha transcendido, es a qué tipo de acuerdo se ha llegado con la empresa manchega; si se le compra la patente de la fachada (lo que encarecería los 300 milllones de euros previstos inicialmente) o si, por el contrario, la empresa que se incorpora al proyecto tiene que realizar un nuevo diseño, lo que retrasaría en unos meses la finalización de la obra prevista para el tercer trimestre de año 2013.
La patente de la fachada dificulta la salida de Estrumaher de la torre
Nuevos problemas para la Torre Pelli y para sus promotores. El modelo de fachada ideado por el grupo toledano Emiliano Madrid para el rascacielos de Cajasol -primero en el mundo que combinará en su fachada vidrio, acero, aluminio y cerámica- está patentado, por lo que, de no llegar a un acuerdo con los toledanos -que han entrado en concurso de acreedores y van a llevar a cabo un ERE-, la llegada de un nuevo proveedor al proyecto implicaría el pago a Emiliano Madrid del importe de dicha patente, según han asegurado a este periódico fuentes de la propia obra.
Ante una posible salida de los manchegos y de su filial Estrumaher de las obras se plantean varias opciones. O bien contratar a otro proveedor que diseñe una nueva fachada, idea que tiene más contras que pros por el aumento de los costes previstos inicialmente y el considerable retraso que esto supondría para la finalización del edificio -previsto para el tercer trimestre del año que viene-; o pagar el dinero de la patente del revestimiento y contratar a alguien que, en base a ello, coloque las piezas de la fachada, lo que también supondría un aumento elevado en el coste final del proyecto, valorado en algo más de 300 millones de euros.
Además, y según señalan fuentes de la obra, la primera opción (que otro proveedor diseñe un nuevo modelo) es prácticamente imposible, ya que la estructura de la torre -de la que ya hay construidas 33 plantas- se ha ido realizando con unos “anclajes especiales” para ese modelo de fachada, por lo que “sería casi imposible comenzar de cero”.
Paralización total
Según ha podido saber Viva Sevilla, los tres operarios de Estrumaher que hasta el martes trabajan en la fachada se marcharon definitivamente ayer de la obra tras recibir el importe atrasado de sus nóminas, algo que ocurrió en la tarde del martes después de que varios medios recordaran la suspensión de pagos de Estrumaher.
Así, ayer uno de los responsables de la empresa toledana procedió a recoger lás máquinas y útiles de trabajo, por lo que la paralización de la fachada es total.
