El diputado territorial Juan Serrato ha asegurado que la reducción del número de concejales en los ayuntamientos no va a suponer un gran ahorro ya que, según ha manifestado “la inmensa mayoría de los concejales no cobran un sueldo”. Serrato, quien ha valorado hoy la medida del Gobierno Central de suprimir el 30 por ciento del número de concejales, ha calificado esta decisión de “ataque a la democracia, a la administración local y la independencia de los ayuntamientos” .
En la provincia de Huelva se estima que el número de concejales que desaparecerían está entorno a los 300 y además, como ha señalado Serrato, “desaparecería la representación municipal de los partidos minoritarios, porque el número de votos necesarios para sacar el primer concejal se pondrá muy caro. Muchos partidos dejarán de formar parte de los consistorios, por lo que la diversidad y pluralidad política dl municipio no estará representada en los Plenos Municipales y la representatividad democrática será cercenada”.
Serrato, quien ha mostrado la disconformidad de la Diputación de Huelva con esta medida, ha señalado que “se trata de una muestra más del carácter centrípeto y centralista de este gobierno, atacando a la soberanía, la autonomía e independencia de los Ayuntamientos. No basta con dejar relevados a alcaldes y concejales al papel de gerentes, sin poder político, en una institución intervenida y dirigida con el mando a distancia desde el Gobierno por funcionarios, sino que además se le merma de representantes, se le rebaja el peso político y representativo como si los concejales fueran el mal a combatir y tuvieran ello la responsabilidad de la situación del déficit público”.
Nada más alejado de la realidad –ha aseverado Serrato- “ya que la inmensa mayoría de los concejales y concejalas de los ayuntamientos lo son de ayuntamientos pequeños y medianos, como los de la provincia de Huelva, que no cobran nada y sin los más cercanos a los ciudadanos y los que resuelven los problemas de sus vecinos. Son, en definitiva, los políticos más baratos de todas las administraciones”. Además, añade que “el Gobierno, con esta medida, pretende decir que los concejales son inútiles y que suponen un gasto superfluo, haciéndoles responsables de la crisis”.
Desde la Diputación, como corporación local y en defensa de los intereses de los ayuntamientos, añade Juan Serrato, “tenemos que valorar esta medida como lesiva para el pluralismo y calidad democrática de nuestros municipios, ya que se ataca a los ayuntamientos, rebajando su condición y poniendo en duda su necesidad como institución”.
Por último, Juan Serrato ha recordado que a 31 de diciembre de 2011, la deuda pública ascendía a 800.000 millones de euros, de los que 28.000 millones correspondían a ayuntamientos, y de éstos, 7.000 millones al ayuntamiento de Madrid.
