Dedicarse durante casi 15 años al deporte de alta competición, en cualquier disciplina, requiere afrontar una serie de sacrificios y prescindir de una serie de cosas difíciles de afrontar para el resto de los mortales. Si ese deporte es uno con las connotaciones tan especiales del piragüismo, el sacrificio es todavía mayor. Vivir de lo que te gusta permite sentirte un privilegiado en muchos aspectos, pero llega un momento en el que las circunstancias imposibilitan seguir realizando lo que has hecho toda tu vida. Le pasa a todos los deportistas en el ámbito del alto rendimiento, y ahora le ha llegado el turno a Pablo Baños. “ Se dan una serie de circunstancias que me han llevado a dejarlo. El motivo principal es el cansancio, más bien psicológico, tras tantos años en el alto rendimiento. La llegada de mi hijo en Enero también es otro motivo de peso, porque para continuar tendría que volver al norte del país, porque aquí no se dan las circunstancias necesarias para prepararme para la alta competición. El no apreciar, por parte de la federación, un proyecto serio y con ciertas garantías, junto con las circunstancias personales que te comento, me han empujado definitivamente a retirarme”.
15 años en la élite
Pablo Baños, empezó a practicar el deporte que ha marcado su vida a la temprana edad de 9 años. “ El comienzo de todo coincidió con las Olimpiadas de Barcelona 92 . Me aficioné a las competiciones de piragüismo que daban por la tele y a partir de ahí comencé a practicarlo”.Una práctica que en poco tiempo ya se le daba bastante bien, mostrando unas cualidades y una capacidad de sacrificio muy aptas para la práctica del piragüismo. “ A los 15 años fue cuando definitivamente encaminé mi vida al piragüismo. Cuando los chavales de mi edad salían a divertirse yo siempre solía estar entrenando, me encantaba el piragüismo, me proporcionaba unas sensaciones increíbles y sentía que valía para ello”. Pablo empezó en el club de su ciudad, el Club de Actividades Náuticas Eslora, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera y donde ha obtenido la mayoría de sus éxitos, participación en las Olimpiadas entre ellos. También pasó dos temporadas en la A.D. Pinaratense de Murcia. Estos últimos años ha militado en el Lipasam de Sevilla.
Considera el palista sanluqueño que fue el año 2005,tras las Olimpiadas de Atenas, cuando alcanzó el mejor momento de su carrera como piragüista “ fue una época en la que me encontraba francamente bien, conseguimos superar a embarcaciones que normalmente estaban por delante nuestra, en cuánto a tiempos marcados y resultados obtenidos creo que fue el mejor año de todos”. Pablo tenía en esa época como compañero a Javier Hernanz, la pareja con la que mejores resultados ha obtenido. “El año 2005 supuso la confirmación del trabajo que ambos venían realizando desde el año 2000”. También ha habido tiempo para los malos momentos. “ El piragüismo es un deporte precioso, pero a la vez muy ingrato. He pasado momentos muy duros, el estar tanto tiempo alejado de los tuyos no es fácil de llevar. También la competitividad existente en el seno de la selección española es muy grande, y en muchas ocasiones traspasa lo deportivo para entrar en el terreno personal. He vivido momentos muy tensos, recuerdo un compañero que dio positivo en unos controles y trataron de involucrarnos a todos los del equipo, son situaciones desagradables que te desvían de tu objetivo principal, que es prepararte para competir en óptimas condiciones”.
Respecto a las posibilidades del piragüismo español en las Olimpiadas de Londres, opina el sanluqueño que “ Soy optimista respecto a las posibilidades del piragüismo español en Londres. David Cal creo que puede convertirse en el deportista español con más medallas olímpicas, su preparación ha sido excelente y cuenta con la experiencia necesaria. Alfonso Benavides también reúne grandes cualidades, tiene juventud y atrevimiento y también parte con opciones de medalla. Y por encima de todos, deseo que Saúl Craviotto, compañero y amigo con el que he compartido muchas cosas en la selección nacional, obtenga un buen resultado,algo que veo posible porque se encuentra en un estado de forma excelente”.Ahora Pablo afrontará una nueva etapa en su vida, que estará marcada por su retirada del deporte profesional y por el nacimiento de su hijo.. Una nueva etapa que en principio piensa desarrollar en Sanlúcar, tras tanto tiempo fuera de su ciudad. Por supuesto, seguirá practicando, ya de forma mas relajada, el piragüismo, que continúa siendo su pasión, entrenar a chavales que empiezan y aportarles la experiencia acumulada durante su carrera es uno de sus objetivos. “el piragüismo es mi vida y se que de una manera o de otra continuaré vinculado a mi deporte” afirma el sanluqueño. Su larga etapa en el deporte de alto rendimiento le ha permitido codearse con gente muy reputada en el ámbito de la preparación física, de la recuperación de lesiones y de la actividad física y el deporte en general, habiendo conocido y experimentado muchísimas metodologías de entrenamiento, algo que le ha permitido labrarse una sólida formación este campo. Sus conocimientos en el ámbito de la actividad física son, por tanto, incontestables, tras tantos años en la alta competición, y ahí pretende desarrollarse en la nueva etapa de su vida que va a comenzar, y es que Pablo reconoce que le gustaría continuar ligado al mundo del deporte y aplicar los conocimientos adquiridos en estos años. Con la dedicación y la enorme capacidad de sacrificio que ha demostrado en todos estos años, estamos seguros de que lo conseguirá.