Numancia 1
—Fc Barcelona—Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Touré Yaya, Xavi (Hleb, min.83), Iniesta (Bojan, min.79), Messi, Henry (Sergio Busquets, min.73) y Eto'o.
—Numancia—Juan Pablo; Juanra, Sergio Ortega, Boris, Palacios, Bellvís, Nagore (Brit, min.76), Dimas, Del Pino, Barkero y Goiria (Aranda, min.62)
Árbitro: Pérez Lasa (Colegio vasco); expulsó por doble amonestación a Palacios (min.58 y 80).
Goles:
1-0 Messi (m.48)
2-0 Eto'o (m.52)
2-1 Barkero (m.60)
3-1 Henry (m.70)
4-1 Messi (m.75)
Incidencias: Partido de la vigésima jornada de Liga disputado en el Camp Nou ante 47.330 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por los cuatro niños fallecidos en Sant Boi de Llobregat por el temporal de viento que azota Cataluña y también por el fallecimiento del ex jugador del Barcelona Francesc Ribas.
El Barcelona empezó la segunda vuelta del campeonato del mismo modo que acabó la primera: con una goleada en el Camp Nou, esta vez ante un voluntarioso Numancia (4-1), y ofreciendo una sensación de exultante superioridad que puede llevar a la conclusión de que, aparentemente, la Liga tiene dueño.
El conjunto azulgrana arrastraba una cuenta pendiente con el Numancia, el único equipo que ha sido capaz de vencerle en Liga (1-0). Sin embargo, aquella victoria se produjo en la primera jornada del campeonato, cuando el proyecto de Guardiola se encontraba aún en fase embrionaria.
La cuestión estaba, por tanto, en saber, en cuántos goles de ventaja se traduciría ayer la notable mejoría que ha experimentado el Barça desde que empezó con suspenso el inicio de curso.
El partido prometía condiciones numantinas -donde el equipo de Soria, nunca mejor dicho, se desenvuelve con mayor comodidad-, pero el temporal de viento que durante todo el día azotó a Cataluña remitió sensiblemente antes del choque. En cualquier caso, la mejora de las condiciones meteorológicas no varió el guión del equipo visitante, que plantó su muralla de cinco defensas y cuatro medios con las líneas muy juntas desde el primer minuto.
La previsible táctica de Sergio Kresic fue contrarrestada por Guardiola adelantado veinte metros a sus dos laterales, Alves y Abidal, quienes doblaban constantemente a Messi y Henry por las bandas.
El partido insinuaba prematuramente una nueva goleada local. Sin embargo, tras un cuarto de hora de monólogo azulgrana, el Numancia se desperezó con una primera llegada de Bellvís por la izquierda que culminó Del Pino con un testarazo a la escuadra. Pérez Lasa, no obstante, anuló el tanto visitante por una discutible falta del propio Del Pino a Iniesta en el salto.
El Numancia ya no se acercaría más en toda la primera mitad a la meta defendida por Valdés, y el Barça pareció sentirse agraviado por el tanto, aunque rigurosamente invalidado, del rival.
Messi y Alves empezaron a hacer de las suyas por la banda derecha y Xavi, Piqué, Iniesta tuvieron tres ocasiones clarísimas para abrir la cuenta antes del descanso. Pero el gol no llegó hasta justo después de la reanudación, en una pequeña obra de arte de Alves. El incansable lateral brasileño se desdobló por banda derecha, controló con el pecho un pase de Xavi, la bajó con la cabeza hacia Messi y el argentino acarició el balón al primer toque para enviarlo fuera del alcance de Juan Pablo (1-0). Cuatro minutos después, Eto'o haría el segundo al recibir entre líneas de Iniesta y ganarle el mano a mano el portero del Numancia (2-0).
Parecía que el Barça había finiquitado el partido, pero el conjunto soriano no se arrugó. Kresic mandó a sus hombres apretar un poco más arriba y el Numancia sacó petróleo de las jugadas a balón parado. En la primera de ellas, una falta en la frontal por unas manos involuntarias de Piqué, Barkero lanzó un obús que superó la barrera y también la resistencia de Valdés, cuando aún quedaba media hora de juego (2-1). Nagore lo probó poco después en otro libre directo que esta vez pilló bien colocado al meta azulgrana. Y el Barça, por primera vez pareció ausentarse por momentos del partido.
Pero si el equipo de Guardiola ahora mismo va sobrado de algo es de pegada. Henry sacó su equipo del pequeño apuro con un remate a la media vuelta en el minuto 70, y Messi, en jugada personal, hizo el cuarto cinco minutos después.
