La feria gastronómica de la vendimia, que ha tenido lugar del 29 de agosto al 2 de septiembre, ha superado con creces, como admite el edil de Comercio, Raúl Capdevila, las expectativas marcadas, desde el instante de su inauguración hasta el día de su clausura.
Confirma además que “la apuesta clara de este equipo de Gobierno en cuanto a la recuperación de las márgenes del río está dando sus frutos a pasos agigantados, teniendo en cuenta que el uso de la nueva pasarela”, inaugurada a mediados de mes, “está desbordando todas las expectativas”.
A grandes rasgos, el edil popular incide en “la masiva afluencia de público”, que incluso se ha visto incrementada por visitantes de otras ciudades cercanas, “destacando en todos los casos las visitas con carácter familiar”, pues las instalaciones contaban, simulando ser una feria real, una zona de atracciones y otras de casetas, en los que se podían consumir una tapa y una bebida por 2.50 euros, una oferta que ha sido uno de los alicientes de mucha de la gente que se ha acercado a la misma estos días, y que ha supuesto incluso que se agotaran algunas de las ofertas de los hosteleros.
Por otro lado, Capdevila resalta la implicación de los hosteleros portuenses, que pudieron mostrar su gastronomía a unos precios asequibles. Con todo, y como indican tanto Capdevila como otros comerciantes, habrá que esperar a poder hacer un balance con las cifras en la mano, pero en general parece que los números hablarán bastante bien de esta actuación. Estos resultados por tanto manifiestan la necesidad de que la feria continúe celebrándose en años venideros, y el alcalde,
Enrique Moresco, muestra su satisfacción por la buena aceptación de la feria, una velada que ha sido bien recibida por aquellos que pudieron vivirla cuando se celebraba en el parque de la Victoria.
Evidentemente, una de las propuestas que realiza quien ha visitado la feria es mayor espacio, para que se pueda dar cabida a toda la gente que ha querido visitarla, pues ha habido quien, sobre todo el fin de semana, tuvo que irse sin comer, debido a la cantidad de gente que se agolpaba en las casetas para poder coger una mesa. Con todo, como explica Capdevila, es una opción que habrá que barajar con los participantes, y evaluar así su idoneidad.
En general, la feria ha sido muy bien valorada por la gente que acudió, alabando que la pasarela diera la oportunidad de llegar hasta la misma
