El Gobierno de Egipto ha publicado un comunicado en la noche del martes para subrayar su compromiso con la protección de todas las embajadas y el personal diplomático y los trabajadores extranjeros que se encuentran en el país, al tiempo que ha manifestado que espera recibir el mismo tratamiento en el extranjero.
El comunicado ha llegado apenas horas después de que unas 2.000 personas se hayan concentrado ante la Embajada de Estados en El Cairo para protestar contra una película norteamericana que, según sus detractores, insulta al profeta Mahoma, algo que a ojos del Islam es una ofensa.
Una veintena de los asistentes a esta concentración se han encaramado a los muros que rodean la legación y han sustituido la bandera estadounidense por otra de fondo negro en la que podía leerse "No hay otro Dios que Alá y Mahoma es su profeta". Tras retirarla, los manifestantes han quemado la enseña norteamericana. Finalmente, el Ejército ha intervenido para controlar la situación.
A través del documento, el Ministerio de Exteriores del país árabe ha indicado que Egipto está haciendo esfuerzos para demostrar al mundo que el proceso de transición está llegando a su fin y que el país es totalmente seguro, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'. En este sentido, ha valorado que incidentes como los de este martes afectan negativamente a la imagen del país y dañan a la ciudadanía.
Aunque todavía no se sabe qué película estadounidense ha desatado las protestas, ha trascendido que la misma está producida por varios egipcios coptos asentados en Estados Unidos con el respaldo del pastor cristiano Terry Jones, que provocó importantes disturbios en Afganistán en 2010 por llamar a la quema del Corán.
Este mismo martes, Jones ha participado en un juicio simbólico contra el profeta Mahoma con motivo del undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001. En respuesta, la Universidad de Al Azhar, la institución islámica suní más importante del mundo, ha condenado el juicio.