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Viernes 15/11/2024
 
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Sevilla

El ADN permite detener a dos violadores siete años después de la agresión

Los restos de ADN permitieron la identificación de uno de ellos

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Agentes de la Policía Nacional han detenido a M.E.K.J., de 27 años, y a Z.T., de 24 años, por su presunta participación en una agresión sexual a una joven de 26 años cometida en la capital hispalense en el año 2005, según ha informado en una nota la Policía, que ha destacado que uno de los detenidos fue localizado en prisión cumpliendo penas por delitos contra el patrimonio.

   Los hechos sucedieron en el año 2005, cuando la víctima caminaba por una conocida calle del distrito Nervión y fue abordada por dos individuos que le interceptaron el paso en un primer momento para, posteriormente, abalanzarse sobre ella.

   Mientras uno de los dos delincuentes sujetaba a la víctima para limitar sus movimientos y sus posibilidades de defensa, el otro aprovechó para arrancarle las ropas y cometer la agresión sexual, dejando en sus prendas material genético suficiente como para ser identificado.

   Dos testigos que se encontraban en el lugar de los hechos acudieron en ayuda de la joven, llamando la atención a sus agresores, que ante la posibilidad de ser identificados huyeron a pie impidiendo de esta forma que la agresión fuera mayor.

   La actuación de los agentes que atendieron a la víctima fue "fundamental", custodiando las prendas de la joven para su posterior remisión a la Policía Científica, que determinó la existencia de restos biológicos entre los tejidos de las ropas.

   Una vez obtenida la identificación del autor, se iniciaron las gestiones para su localización, que resultaron ser negativas hasta que, en fechas recientes, las diligencias de los investigadores lo localizaron en prisión cumpliendo condena por otros delitos cometidos contra el patrimonio.

   A partir de aquí, la Policía se desplazó hasta la prisión para poder tomarle declaración como presunto autor de la agresión sexual. Tras conocerse la identidad del autor material de la agresión, tal y como determinaron los estudios realizados por parte de Policía Científica sobre las muestras de ADN, los investigadores intentaron localizar e identificar para su detención al otro partícipe en la agresión sexual.

   El trabajo de investigación se centró entonces en las amistades y relaciones conocidas que el detenido tenía en aquellas fechas cercanas a la comisión del hecho delictivo, dando como resultado una lista de hombres que durante ese periodo de tiempo habían sido identificados o habían participado en otros delitos junto al principal agresor.

   Con estos datos y las descripciones físicas aportadas por la víctima y la testigo, se confeccionó una lista definitiva de donde se extrajo la identidad del otro compinche de la agresión sexual, quien habría posibilitado que ésta se llevara a efecto maniatando a la víctima, impidiendo que escapara o se pudiera defender, todo ello mientras su compañero aprovechaba para llevar a cabo la agresión.

   Finalmente, los dos autores de este delito, que contaban con antecedentes delictivos anteriores, fueron puestos a disposición judicial.

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