De los 2.034 conductores de toda España a los que se ha sometido a examen, sólo han aprobado 71, y más de la mitad ha sido incapaz de contestar correctamente a quince de las treinta preguntas de las que se compone la prueba teórica de la Dirección General de Tráfico, en la que sólo se admiten tres errores.
Sólo dos de los conductores encuestados acertó las treinta preguntas y hubo también dos, que no acertaron ninguna.
Como parece lógico, a mayor antigüedad del permiso, más olvido y desconocimiento de la normativa, de la señalización y de los principios de seguridad vial.
Los conductores con menos de diez años de carné son los que mejor se saben la materia –sacan un 5,55 sobre 10–, dato que se invierte dramáticamente entre los más veteranos y que llevan conduciendo más de cuarenta años, que se quedan en un 3,90.
No hay apenas diferencias entre hombres y mujeres y suspenden los conductores de todas las comunidades autónomas, aunque los peores resultados se observan en Madrid que apenas sacan un 4,12 sobre 10 y los de la Comunidad Valencia que obtienen un 4,16.
En el otro extremo están los automovilistas de Cantabria, Asturias y La Rioja, que son los más “aplicados” y reciben notas algo superiores al 6 sobre 10 que, de todas formas no serían suficientes para aprobar el carné con los errores permitidos actualmente por la DGT.
Parece que el nivel educativo sí influye en el paso del tiempo y el estudio arroja que a mayor nivel de estudios, mejor nota en el examen de conducir.
De hecho, los conductores sin estudios obtienen las puntuaciones más bajas de todo el informe, con un 3,7 sobre 10.
Sin embargo, la pérdida de conocimientos no está relacionada con el número de horas que se pasan al volante, pero sí con la relación que la conducción tiene con el trabajo.
Los conductores profesionales reconocen más las señales y se acuerdan mejor de la normativa que el resto.
Entre las preguntas con peor número de aciertos del test, una sobre cuándo hay que encender las luces de niebla o sobre distancias de seguridad al circular en un túnel, en las que sólo dieron en el clavo tres de diez.
Entre las más acertadas, una cuestión sobre a quién hay que ceder el paso al entrar en una glorieta, y otra sobre si está permitido dar marcha atrás en el arcén de una carretera.
Dos preguntas mucho más obvias y de sentido común que acertaron cerca del novento ciento de los encuestados.
Lo peor de todo, según el estudio, es que los conductores examinados fallan en mayor medida en las preguntas importantes para la seguridad vial y aciertan más en las cuestiones banales.