"Lo imposible" realiza un esfuerzo asombroso por reflejar el horror que provocó el tsunami de Tailanda ocurrido en 2004, convirtiéndose en una de las películas sobre desastres naturales más realista de los últimos tiempos. La historia está basada en hechos reales sobre la experiencia de una familia española que pasaba sus vacaciones de invierno en un lugar idílico cuando fue sorprendida por un inmenso muro de agua que lo arrasó todo a su paso.
Juan Antonio Bayona trata la historia con maestría para reflejar la crudeza de lo inevitable y nos hace partícipes de la angustia vivida por la familia protagonista. La empatía que absorbe al espectador hace que en los momentos de mayor tensión se mimetice con lo que ve en pantalla agarrándose con fuerza al asiento, conteniendo la respiración o llorando a moco tendido cuando los sentimientos lo desbordan.
Es una película equilibrada en todos los sentidos. Al embarcarse en este tipo de proyecto es fácil salir mal parado, ya que hay que darle el toque justo de crudeza y sensibilidad, sin exageraciones ni recurrir al sensacionalismo. También es elogiable no haber sido influenciado por la industria americana a pesar de contar con dos estrellas de Hollywood. Tanto Ewan McGregor como Naomi Watts no se consideran actores hollywoodienses a pesar de que dos o tres de sus películas si lo hayan sido. Como ya han declarado en alguna ocasión, simplemente siguen a los buenos guiones y queda demostrado, porque con un presupuesto de treinta millones de euros no se hubiera podido pagar en condiciones normales el caché habitual de intérpretes de su nivel.
La naturalidad con que fluyen los efectos especiales se agradece. En un cine plagado de efectos digitales es magnífico no tener que estar pensando en si lo que estás viendo anda detrás de una pantalla croma. Lo criticable en tipo de largometrajes suele ser que puede pecar de tener un guión demasiado plano y sin embargo, es una de las virtudes que destaco, ya que no ha querido falsear con adornos la esencia de la historia. Sin diálogos literarios deja paso a la interpretación gestual y primaria de quien ha sufrido un colapso mental porque su mundo tal y como lo conocía ha desaparecido, dejando en su lugar el instinto de supervivencia como único compañero de viaje. En busca de ese acercamiento con la realidad es como Juan Antonio Bayona ha querido lograr un sonido real y sin artificios, innovador y de calidad. De hecho, ha sido la primera vez que hemos podido disfrutar en un estreno internacional el sonido 3D envolvente, un nuevo concepto de sonido que realmente se nota al disfrutar de la experiencia en la sala de cine. La música cumple su papel sin alardes, armonizada de manera instrumental para que sirva de mero apoyo para los sentimientos de los protagonistas.
Al aceptar el reto de embarcarse en esta producción, Ewan McGregor (Henry) y Naomi Watts (Maria) han superado con nota el reto de dar vida a los que probablemente hayan sido los papeles más difíciles y emotivos de sus amplias y variadas carreras. No sería de extrañar que fueran candidatos a los Oscar ya que este tipo de papeles dramáticos son muy del gusto de la Academia. Los momentos en que Watts se agarra al árbol y grita de desesperación o cuando Ewan McGregor habla por teléfono se me han quedado grabados en la retina. Casi al mismo nivel interpretativo nos encontramos con un increíble Tom Holland (Lucas), uno de esos jóvenes actores que da la sensación que dará mucho que hablar en el futuro. No nos podemos olvidar de Oaklee Pendergast y Samuel Joslin que interpretan a Simon y Thomas, los hermanos pequeños de Lucas, cuya madurez a la hora de afrontar las escenas sorprende gratamente desde el primer momento.
Para terminar quiero destacar la forma en que se ha conseguido recrear visualmente el caos en la búsqueda por los distintos parajes y hospitales, con la mezcla de todo tipo de culturas, lenguas y sobretodo el cuidado de los detalles como la forma de utilizar los materiales disponibles para el cuidado y traslado de los heridos, el nivel de la suciedad, lo precario de la sanidad en esas condiciones o la forma de localización de los desaparecidos. Se que este es el tipo de películas que puede recibir grandes elogios o enormes críticas, soy consciente y por eso me decanto por la primera opción. Considero que "Lo imposible" es una película notable.