El futbolista Rafael Castellano Vidal, que milita en el equipo juvenil B del Atlético Sanluqueño y que tiene 17 años, se perderá lo que queda de temporada por las secuelas que sufrió el pasado 2 de enero. Este jugador, conocido como Cohete, fue golpeado por una furgoneta que invadió la acera en la Calle Antonio (El Barrio) por donde iba caminando junto a su novia, que salió ilesa del impacto. El verdiblanco manifestó que “una furgoneta me embistió, una persona me insultó y el conductor se fue a la fuga. Presenté una denuncia y no es para menos porque me dañaron el cuello, la columna vertebral, la rodilla, el tobillo, el codo y varias costillas”.
Se puede sentir afortunado porque recalca que “menos mal que la furgoneta me golpeó y no pasó por encima porque en ese momento pensé que me moría. Estoy pendiente de lo que diga mi abogado porque la persona que se fue a la fuga ya está localizada. Lo que sí tengo claro es que esta temporada no jugaré más porque los mareos no desaparecen. Ha sido el susto más grande que he tenido en mi vida. He estado ingresado una semana en el Hospital Virgen del Camino durante siete días y los médicos me han dicho que he tenido suerte. Entré temblando en urgencias y vomitando todo el tiempo”.
En lo deportivo hace constar que “estaba luchando por subir al equipo juvenil A y lo que tengo claro es que seguiré jugando al fútbol a pesar de todo lo que me ocurrió. Me ha llamado mucha gente y eso me ha dado fuerzas para tirar para adelante”. Lo único que desea en estos momentos es “recuperarme lo más pronto posible. En aquel momento me vi muerto y al menos a mi novia no le pasó nada. Pude haber quedado inválido para todo mi vida. Al menos lo puedo contar y ahora partiré de nuevo de cero pensando en la próxima temporada”.
posible el día a día.
