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Viernes 15/11/2024
 

Jerez

El Zoobotánico de Jerez cumple sesenta años de vida y de historia

Del mandril, el león y las avestruces a nuestros días

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  • La tarta de cumpleaños en el Zoo -

Desde las 10 de la mañana de ayer el Zoobotánico fue una fiesta para los pequeños y no tan pequeños. De fondo la efemérides de ese sesenta aniversario que ya se está celebrando y que hoy tendrá un momento culminante con la inauguración de la nueva instalación para el lince ibérico. A lo largo de la jornada de ayer se pudo disfrutar  de castillos hinchables, futbolín humano, cama elástica y tiro a puerta, en la zona del paseo principal del depósito de aguas, con el patrocinio de  Happy Boys. Hubo también  pintacaras del tren  organizado por trenes Salmedina;  animación con personajes como Winnie the Pooh, Peluki y la Elefante Buba, organizado por Senda Animación, Scouts Jerez y Fotosouvenir Izman; taller de barro impartido  por Cerámica Jugum.Concierto de música a cargo de la Banda Municipal de Música y paseo con la banda de música y personajes de animación hasta el escenario del 60 aniversario.; tarta de cumpleaños, teatro de títeres  “Lince y ibérico” a cargo de Pequeños Duendes y espectáculo de  magia  a cargo de  la asociación Con Aire de Ilusión. Y hoy se inaugura la instalación del lince.
Un fin de fiesta para recordar aquel “10 de febrero de 1953 que fue cuando se abrió oficialmente como zoo este magnífico sitio en el que estamos enclavados”, recordaba el director del Zoobotánico, José María Aguilar Iñigo, que lleva entre su labor como veterinario y su trabajo como director veinticinco años en el mismo.
Comentaba José María Aguilar que “todo esto fue posible gracias a la iniciativa de un concejal de aquella etapa, Alberto Durán Tejera, y como consecuencia de que en el puerto de Cádiz quedaron abandonados una serie de animales, concretamente una pareja de avestruces, un mono mandril y un león. Ese concejal tuvo la feliz idea de aprovechar un jardín público, que estaba ya a disposición de los jerezanos, alrededor de un depósito de aguas, que en su día fue una maravillosa obra de ingeniería, como era el del Tempul para montar el zoo. Esa idea, que era un pequeño germen, se ha convertido en una realidad que ya ha cumplido sesenta años de historia, que ya es madurita, que es un proyecto consistente y que, a lo largo de los tiempos, ha sufrido una evolución”.
Una evolución porque -seguía explicando Aguilar Iñigo- “ya no es un parque donde se exhiben animales sino que tiene otros componentes importantes como son la educación, la conservación y la investigación, aparte del aspecto lúdico que puede tener estar en este pulmón verde de la ciudad. El zoo estaba en el punto más alto de la ciudad y por eso fue aquí donde se puso el depósito del agua para poderla distribuir con gravedad. Además se hizo una muy detallada e importante colección botánica porque, al igual que en las bodegas se tiene tendencia a crear un jardín alrededor con el fin de retener el fresco para el líquido que se tiene dentro, ese maravilloso tesoro que es el vino, igual se planteó aquí con el agua hace ya dos siglos, con la feliz idea de tener ese jardín botánico”.
Un jardín botánico que “se basa en la cantidad de especies que, como he explicado antes, desde hace dos siglos comenzaron llegar gracias a nuestra relación con el puerto de Cádiz, con Sanlúcar. Llegaron plantas de todos los continentes, especialmente americano y europeo, y también algunos árboles singulares”. De cualquiera de las maneras “hasta hora veíamos el verde sin catalogarlo, sin darle importancia y en estos sesenta años se ha puesto en valor la importancia que tiene el todo, no solo los animales. Algunos de nuestros visitantes vienen específicamente a ver la colección botánica, cosa que nos enorgullece”.
 
la explosión en los 80
El director del zoo comparte que el mismo “siempre ha sido un lugar muy querido por los jerezanos, por la gente de la provincia y por toda Andalucía porque fue el primero que se instaló en esta tierra. Ha sido, y sigue siendo, un lugar de encuentro sobre todo para las familias. ¿Quién no tiene un foto en el Tempul, en la ría? Cuando hablo con gente de mi edad  o más mayores todos tienen un recuerdo del zoo. De todos modos, los momentos relevantes van a quedar plasmados en una exposición que estamos montando y que se titula “60 años, 60 historias” que es un recorrido fundamentalmente por la prensa escrita, destacando los momentos estelares desde la creación del propio Patronato como tal en el año 1983 o la modernización del parque, pasar de ser lo que era en el 53, una casa de fieras, una casa a la que se iba a ver animales, pero donde el animal no era lo importante a ese cambio de filosofía que se produjo  a finales de los 80”.
Un cambio de filosofía que hizo que “el animal fuese lo primero, lo importante, saber que hay que protegerlo, valorarlo  y también participar desde aquí en muchos proyectos de conservación, de tal manera que los animales que están en el Parque ya tienen una razón y un motivo por  el que se encuentran en cautividad, que no es otro, repito, que protegerlos, ayudarlos y conservarlos y, en algunos casos, aportar nuestro granito de arena a la conservación y poder soltar a algunos de esos animales”. 
Ha trabajado José María Aguilar, veterinario, mucho en ese Hospital que, igualmente, ha sido un logro porque “antes no había veterinarios con conocimientos específicos de flora y fauna exótica, con animales difíciles, salvajes. Eso también ha ido cambiando y contamos, desde el boom de finales de los 80, con un hospital con los medios oportunos para tratar a la variedad de animales que tenemos, desde un buho hasta los leones o animales de gran porte como la jirafa, que ya es más complicado. Los animales no tienen nada que ver uno con otro. Aquí siempre ha habido un puesto de socorro pero ya contamos con todos los medios adecuados”.
Destacaba que “también ha cambiado la actitud de la gente con los animales. Los veterinarios estamos a favor de trabajar con los animales y por los animales y agradecemos cuando alguien encuentra un animal herido en el campo, sobre todo rapaces, y acuden aquí sabiendo que, contando con un hospital veterinaria, le podemos hacer la rehabilitación. La protección a los animales ha ido creciendo y eso es también de agradecer”

Un referente turístico provincial en fase aún de expansión

El zoobotánico es un referente turístico y de investigación de primer orden. En el orden turístico quizá sea el punto de la provincia más visitado “con 142 mil visitas el pasado año, donde nos afectó algo la crisis económica,pero con una media de 155 mil visitas, lo que el hace ser uno de los puntos más visitados de la provincia, sin género de dudas”, decía el director del zoo, quien abundaba en que “durante la semana vienen fundamentalmente colegios y los fines de semana las familias”.
Y es que el trabajo con escuelas y universidades es fundamental también a la hora “de hacer una extensión al aula educativa de lo que se trata en ellos ya que aquí están los animales y los implicamos con las investigaciones que tenemos con muchas universidades. Aquí realizan sus prácticas muchos profesionales con nuestros veterinarios e, igualmente, alumnos de Formación Profesional realizan aquí sus tarea. Diría que nos beneficiamos mutuamente”.
 Hasta los alumnos de la Escuela de Arte de Jerez colaboran porque “tienen un lugar increíble para sus actividades de dibujo, vaciado, arquitectura efímera..., les planteamos algunos de los proyectos y colaboran hasta tal punto que el maravilloso monumento que hemos inaugurado sobre la nutria y que es el emblema del aniversario ha sido creado por ellos. Estamos obligados a esa labor con los ciudadanos al ser un lugar público, municipal. No estamos cerrados sino abiertos y en contacto y en trabajo directo con Universidades, Facultades, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Estación Biológica de Doñana y muchas más”.
Y el futuro para “por seguir trabajando en la conservación en colaboración con las Consejerías. Trabajamos mucho en fauna autóctona, de aquí, fauna ibérica y esas competencias son de la consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Colaboramos en plan de manejo de especies y de mantenimiento como es el caso del ibis eremita, que es un proyecto de reintroducción o el lince ibérico u otras especies,
Igualmente, a nivel material, cuando el tema económico varíe, tenemos el proyecto de acercarnos hasta la antigua Nacional IV, con unos terrenos que tenemos ahí y para montar las instalaciones para todos esos animales que necesitan de conservación y que puedan recordar lo que es su habitat natural, también la instalación de los elefantes en familia, donde podamos contar con Buba. Los terrenos donde actualmente están los aparcamientos son ya propiedad del zoo.

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