— Medalla de la Provincia
— Cuando cumplimos el ciento cincuenta aniversario, Jerez nos concedió la Medalla de Oro y en el ciento setenta y cinco aniversario habíamos pensado que la provincia..., teniendo en cuenta que es el instituto más antiguo de la misma .
— El primer instituto provincial.
— El primer instituto de la provincia ya que años más tarde se fundó el Columela, que fue el segundo. En Andalucía somos el segundo, aunque hay sus teorías porque estamos entre el San Isidoro de Sevilla y nosotros. Esto es un reconocimiento de la labor que el Instituto ha estado haciendo durante estos años por la cultura y la educación no solo en la ciudad sino en toda la provincia e, incluso, en Andalucía si me apura porque aquí hemos tenido alumnos, en todos estos años, no solo de Jerez sino de toda Andalucía. No nos olvidemos que, al ser en su momento el único instituto provincial, todos los expedientes académicos oficiales se expedían aquí y que las pruebas oficiales se tenían que hacer en el centro.
— Las famosas reválidas de cuarto y sexto de bachiller.
— Exactamente. Los que estábamos en otros centros teníamos que venir aquí, se ponían los pupitres en el pasillo.
— Centro educacional que también ha sido un flujo de cultura como hace unas fechas me recordaba Francisco Fernández García-Figueras.
— En muchas ocasiones no trasciende lo que es la actividad diaria de un centro de enseñanza. Se piensa que un centro de enseñanza se dedica exclusivamente al proceso del aprendizaje del alumno, a sus asignaturas, pero es mucho más que la impartición de determinadas materias, disciplinas o cursos, porque hay una parte importantísima, fundamental, a la que nosotros prestamos gran atención, que son las actividades extraescolares o complementarias. Se han perdido algunas con el paso del tiempo porque Francisco Fernández García Figueras se acordará de los teatros que se hacían en el Centro. Tenemos fotos antiguas de representaciones teatrales muy importantes. Se le daba una solemnidad tremenda a este tipo de actividades. Se han ido perdiendo porque los profesores que se encargaban de las mismas se han ido jubilando, pero hemos ganado otras, ya que tenemos especial cuidado en que la formación del alumno no sea solo académica sino que sea personal, ciudadana y cultural. Tenemos ciclos de conferencias e insistencia en valores, de igualdad, igualdad de género, igualdad de oportunidades y viajes de estudios culturales. Los de Cuarto de ESO van a Madrid o Barcelona y los de primero de Bachiller a Italia. Esta es la labor que no se ve de puertas para afuera, pero es también una labor muy importante para la formación de un alumno.
— Hubo un tiempo, también, que el profesorado ejercía en la calle una importante labor cultural.
— Es algo que sigue existiendo, pero pasa desapercibido porque muchas veces no se conoce esa labor. El profesorado de Enseñanzas Medias ha sido siempre un profesorado muy inquieto, lo que pasa que en época anterior como eran tan pocos tenían una mayor relevancia.
— Hablamos de esos nombres que marcaron una época como Cádiz Salvatierra, Manuel Estévez...
— Es que solo había un instituto y el elenco de profesores podía ser de veinte y con que trabajasen algunos en la calle con sus inquietudes culturales, sociales o políticas tenían mucha repercusión. Ahora podemos ser más de doscientos profesores en esta ciudad en Enseñanzas Medias y si nos dedicamos a trabajar en la calle, con nuestras inquietudes, veinte o treinta profesores esa labor se diluye entre los muchos que hay, porque no solo hay profesores en la Pública sino en la privada. En el Centro de Estudios Históricos de Jerez, al que pertenezco, la mayoría de sus socios son profesores de Enseñanza Media. El presidente es profesor de La Salle; el vicepresidente, del Santa Isabel de Hungría; yo mismo he sido presidente y soy profesor del Coloma. Hemos hecho revistas, culturales, trivium, humanísticas...y todo ese trabajo lo hacíamos profesores de Enseñanza Media. Muchos profesores de Enseñanza Media pertenecemos también a la Academia.
— Y esos mismos profesores en este casi bicentenario centro marcaron también el pulso de la ciudad en la transición hacia la democracia.
— Es cierto que hubo una efervescencia tremenda en los últimos años del franquismo y primeros de la democracia, en esa década de los 70. El movimiento estudiantil amparado, dirigido en cierto modo, vamos a decirlo así, por el profesorado fue grande. La inquietud política que tenía el profesorado en aquella época era muy importante. Se hacían, y me lo recordaban algunos antiguos alumnos, encierros de alumnos, del profesorado. Lo que pasa es que la sensibilidad política, por los tiempos que nos tocaron vivir, era mucho mayor que ahora. Hoy en día la preocupación política que hay entre la juventud es nula. Está, de alguna manera, tan desencantada que ese tema yo diría que ni le preocupa.
— Ni le ocupa ni le preocupa.
—Exactamente.
— ¿Y les preocupa su participación en la vida del centro?
— Nosotros vivíamos el colegio de forma mucho más intensa, porque teníamos actividades deportivas, porque íbamos por la mañana y por la tarde y el único día que podíamos jugar era el sábado e íbamos al colegio a hacerlo. Eso se ha ido perdiendo. Este centro está abierto de 8 de la mañana a 11 de la noche y hay muy poco espacio para que el alumno venga aquí. Además, el alumno ha perdido la costumbre de ir al centro escolar ya sea a estudiar, a quedar con los amigos, a jugar. De todas maneras la actividad deportiva no se puede tampoco hacer porque molestaría a la actividad académica del alumno.
— ¿Qué actividad se desarrolla por la tarde-noche?
— Tenemos Secundaria y bachillerato de adultos.
— ¿De cuántos alumnos estamos hablando en total?
—Seiscientos por la mañana y entre trescientos o cuatrocientos por la tarde. Hay una parte añadida y es que dan clases los centros de adultos. Matriculados habrá unos seiscientos por la mañana y quinientos por la tarde.
— ¿Para qué oferta educativa?
— La ESO con tres líneas en Primero, tres líneas en Segundo, dos líneas en Tercero y dos en Cuarto y cuatro grupos de Bachillerato de Primero y tres de Bachillerato de Segundo
— ¿Con todos los tipos de bachillerato, es decir de Ciencias, Tecnológico, Social, Humanidades?
— Todos menos el artístico y por las mañanas hay un ciclo de administrativo de Grado Medio.
— Esa parcela antes no se tocaba.
— No, pero con la LOGSE los Centros de Enseñanzas Medias se unificaron y no había distinción entre los de FP y Bachillerato. Todos los centros tenían que tener alguna línea común, es decir los de FP admitían bachillerato y los de Bachillerato admitimos alguna línea de FP. Al margen de todo eso por las tardes tenemos Enseñanza Secundaria presencial y semipresencial y Bachilleratos de Humanidades y Ciencias Sociales presencial y semipresencial y de Ciencias y Tecnología.
— Una oferta que es casi imposible mejorar.
— No se puede mejorar. Es que ya no tenemos sitio. En todo caso podríamos abrir un poco más la oferta semipresencial, al no tener el alumno la obligación de venir todos los días, ya que solo vienen dos días por la tarde.Tendríamos la posibilidad de ampliar esa oferta, pero lo que ofertamos cumple con creces las necesidades de la ciudad. El único problema es que faltan plazas escolares. Ahora el ciudadano se ha dado cuenta de que se tiene que formar y tenemos muchísimas ofertas.
— El paro, buscar un futuro.
— Cierto. Ahora están volviendo muchas personas que, en su momento, encontraron un puesto de trabajo fácil, sobre todo en la construcción con el boom del ladrillo. Encontraron trabajo, ganaron dinero pero al quedarse en paro se han dado cuenta de que para acceder al mercado laboral necesitan una educación académica que habían desatendido.
— Volver a estudiar y algunos dicen que para qué, qué donde está el futuro. ¿Se palpa esa inquietud por el futuro en el alumnado?
—Hay cierta inquietud, preocupación por ese futuro. Días pasados hicieron un reportaje con el alumnado y les preguntaban sobre eso y decían que su futuro no está en Jerez, que está fuera y mostraban su preocupación por no poder disfrutar, en ese caso, de su familia. A todos nos gusta estar con la familia casi puerta con puerta, tener el trabajo a dos metros de la casa, pero ellos saben que eso es imposible.
— El futuro laboral del alumnado en el aire y ¿el futuro del centro?
—Creo que va muy bien. Es una impresión personal que yo tengo, no ya como director sino como profesor. Creo que se está manteniendo muy bien. El prestigio de Jerez. El centro, por su ubicación, por su historia y por elenco de profesores que tiene se sigue considerando como un referente educativo de la ciudad.
— Educativo y patrimonial. El archivo...
—El patrimonio del centro, que vino ya de Cristina la mayor parte, se ha ido acumulando y lo hemos divido en tres partes como son el científico, el artístico y el archivístico. El artístico son los cuadros que tenemos en la galería, cuadros que en su momento nos dejó El Prado en depósito o los cuadros de antiguos directores, del siglo XIX o principios del XX en su mayoría y hechos por pintores muy representativos de la ciudad como Álvarez Algeciras por ejemplo. El patrimonio científico lo tenemos en el Museo de Ciencias que está abierto en la planta superior de la Biblioteca y el bibliográfico que lo tenemos protegido en la Biblioteca Municipal anexa al centro y lógicamente el archivístico en el archivo. El archivo recibe cantidad de consultas. Gente que quiere conocer el expediente académico de su abuelo o bisabuelo o gente que investigan a ciertos personajes y nos piden su expediente o aquel alumno que terminó el bachillerato en el año 60 y no conserva el expediente.
— ¿El Museo está abierto al público en general?
—Lunes y jueves por la mañana y si algún ciudadano o asociación quiere visitarlo otro día se pone en contacto con nosotros y le damos una fecha. Y la visita, por supuesto, es gratuita.
José López Romero llegó al instituto en 1990 como profesor y lleva seis años en cargos directivos y tres como director. Su dirección coincidirá con un galardón que él mismo recogerá y que le llena de satisfacción ya que “que en un centro que llevo ya veintitrés años de servicio coincida en la dirección con esta celebración para mí y para todo el equipo directivo es una gran satisfacción”. Un miembro del equipo directivo, Juan José Aparicio, acompañaba en la entrevista al director del IES Padre Luis Coloma que cuenta actualmente con 70 profesores “aunque el año pasado éramos ocho o diez más, pero con los recortes y la ampliación de la jornada laboral se ha reducido a setenta. Desde el momento en que suben la jornada laboral restan horas de trabajo y restan profesorado”. Creo que las horas las cumple con creces un director que, y no sé cómo lo consigue, está plenamente integrado en la vida de una ciudad a la que diariamente le toma el pulso cultural.
—La cultura es un aspecto de la vida de la ciudad que depende de la voluntad de sus ciudadanos, porque es el ciudadano el que se tiene que preocupar, ya sea por su formación o por darle a la ciudad una relevancia cultural, porque cuando escasea el dinero el político en lo que normalmente restringe o recorta es en cultura porque da muy pocos votos y porque es lo más prescindible en su forma de pensar. Asociaciones, instituciones, el propio Centro de Estudios Históricos depende de la voluntad de los que lo llevamos hacia adelante. Todos estos órganos dependen de la voluntad de muy pocas personas, porque pasa como en las Hermandades, hay dos mil hermanos pero los que trabajan son diez. Igual pasa con estas instituciones, la Academia, el Ateneo. Luego está la cultura subvencionada, sufragada por grandes instituciones y, en ese punto, yo creo que no se ha estudiado suficientemente bien, porque no tenemos perspectiva del tiempo, la reinauguración del Teatro Villamarta. Eso marca un hito muy importante en la cultura local de finales del XX y comienzos del XXI porque es un centro que perdió la ciudad y su reinauguración ha sido uno de los elementos fundamentales sobre los que ahora se sustenta la cultura de Jerez.
José López es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla , doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla en 1987, con la tesis doctoral “Estudio y edición del Diálogo en laude de las mugeres” y tiene muchas publicaciones, algunas de ellas relacionadas con el Padre Luis Coloma...
— He publicado varios libros. Me ha gustado siempre la novela del siglo XIX. Cuando quiero leer algo que me divierta, me entretenga, me voy a Galdós, leo La Regenta. La novela del XIX es una novela que nunca defrauda al lector. Me metí con Coloma porque lo tenía cerca y qué mejor que echar un ratito investigando sobre este personaje. Tuve la suerte, al hilo de otras investigaciones, de encontrarme en la Biblioteca Municipal con primeras ediciones de ciertas novelas del padre Coloma que después las había reeditado, pero las había corregido y revisado. Hice estudios en comparación con primeras ediciones que se publicaron en Jerez y con las definitivas. Ahora he abandonado la parte de investigación. Tenía abierta una investigación sobre una cosa de Jerez y la he parado. Mato el gusanillo con algunas cosas de poca consideración en relación al tiempo que yo le echaba.
— Pero ha publicado bastante
—Tengo ediciones de Diálogos del Siglo XVI, un estudio sobre la novela del XIX en Jerez, ediciones del padre Coloma. He cambiado una actividad. Quizá he cogido la dirección del centro pensando que ya la investigación me cansaba un poco, ya no le encontraba el atractivo de antes.
Pero sigue escribiendo en las dos únicas tardes libres que tiene. “Entro en el Coloma el lunes a las 8.15 y salgo el viernes a las 10 de la noche”. Y en clave provincial habla de “una división comarcal que hace que la gente esté muy despegada, pero el reconocimiento al Coloma no es a Jerez ni a un instituto de Jerez sino a una labor de 175 años que ha afectado a toda la provincia”.
