Sigue inmerso en el pozo más profundo del Grupo cuarto. Ayer, en la ciudad deportiva Luis del Sol frente al Écija casi no fue capaz ni de tirar a puerta siquiera.
Aún con la necesidad obligada en la que vive para intentar agarrarse a un mínimo atisbo de esperanza, el filial bético continúa en su empeño de no dar señales de vida en el último arreón liguero y en el que la salvación ya se otea a 13 puntos.
Frente al Écija, el partido fue soporífero, sin apenas ritmo ni llegadas. Con dos equipos que ni tenían intenciones de ganar ni acierto cuando de vez en cuando llegaban a la meta rival. Al final, el reparto de puntos sin goles hizo justicia y hunde más al filial.