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Lunes 18/11/2024
 
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La sociedad Messi-Villa fulmina a un buen Rayo

No podía haber mejor rival para que el Barça superara la resaca europea que el Rayo

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La sociedad que esta noche formaron Leo Messi y David Villa dio la victoria al Barcelona contra el Rayo Vallecano (3-1), en un partido muy entretenido en el que la mayor pegada de los azulgranas resultó decisiva ante un equipo que, pese al resultado, no le perdió en ningún momento la cara al choque.

No podía haber mejor rival para que el Barça superara la resaca europea que el Rayo. Un equipo valiente, bienintencionado, que juega y deja jugar y al que el conjunto azulgrana ha goleado con asiduidad las últimas dos temporadas.

Además, a los de Paco Jémez le falta un '9', un asesino del área que pueda poner en jaque a toda la defensa contraria. Y esa carencia de gol siempre se acaba pagando, sobre todo ante rivales de tanta entidad.

Sin esa pieza, tan necesaria para plantearse retos más ambiciosos que la salvación, el Rayo ha de esmerarse en jugar como equipo. Y lo hace realmente bien. Presionando arriba y practicando un fútbol veloz y dinámico en el que el balón recibe un trato siempre exquisito.

Eso no le alcanzó en la primera parte para crear verdadero peligro, pero el conjunto madrileño puso al menos a prueba a Pinto con un par de disparos lejanos de Trashorras y otro de Piti. Mucho más de lo que otros equipos han hecho en el Camp Nou.

Pese a todo, al Barcelona se le vio cómodo durante toda la noche. Porque el conjunto madrileño -sin los sancionados Casado, Javi Fuego y Leo Baptistao- le dejó crear, le retó a un partido de ida y vuelta, a un intercambio de golpes del que los azulgranas es difícil que resulten perdedores.

Una arrancada de Messi desde el centro del campo con caño incluido a Figueras acabó con una asistencia a Villa para que el 'Guaje' fusilara a Rubén a placer mediada la primer mitad. El asturiano devolvería el favor a la 'Pulga' cinco minutos antes del descanso y esta vez fue el 'crack' argentino quien no perdonó.

Villa pudo haber hecho el tercero poco después, y antes de los dos goles, Messi tuvo otro par de ocasiones para inaugurar el marcador. En una solo tenía que empujar un pase de Cesc, pero falló el control y luego se hizo un lío, y en la otra estrelló en el travesaño una falta desde la frontal.

También se encontró con la madera un disparo cruzado de Alves justo después de la reanudación. El brasileño, que empezó el partido en el banquillo, tuvo que entrar mediada la primera parte, para sustituir al lesionado Adriano. Y fue un puñal por la banda derecha.

El Rayo siguió probándolo de lejos por mediación de Piti y el 'Chori' Domínguez, hasta que Messi firmó su enésima obra de arte -la jugada también la empezó Villa- en un mano a mano con Arbilla, al que dejó clavado por velocidad y talento antes de superar a Rubén con una sutil vaselina.

A esas alturas del choque, el Barça ya llegaba al área vallecana casi por inercia y Alexis ya había fallado un par de ocasiones claras de aumentar la cuenta.

Faltaba más de media hora para el final y el partido parecía totalmente sentenciado, pero al Rayo le quedaba fuelle para plantear problemas hasta el final.

Además, aún faltaba el gol de Tamudo, un clásico en el Camp Nou. El exblanquiazul salió por Delibasic e hizo el 1-3 en el primer balón que tocó. Lass y Tamudo, a los que Jémez saco para reactivar el ataque rayista, pudieron hacer el segundo de los madrileños poco después, pero Messi también tuvo el cuarto en un disparo que obligó a volar a Rubén.

El Rayo siguió atacando sin descanso en el último cuarto de hora, sin importarle descuidar la zaga y dar todo tipo de facilidades a los azulgranas. Los locales se adornaron tanto que malgastaron todas las opciones de ampliar la cuenta.

Al final, el marcador ya no se movió pero, pese a la derrota, los jugadores rayistas pueden volver orgulloso a Vallecas. Poco equipos le han tirado al Barça en su campo tantas veces como lo hicieron ellos.

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