La lluvia ha pasado factura a las hermandades en Semana Santa, y nunca mejor dicho. El Consejo Local de Hermandades y Cofradías estima que la recaudación en la venta de sillas ha podido caer este año en torno a un 15%, como consecuencia de la ausencia parcial o total de cofradías en la calle en tres jornadas: Martes, Miércoles y Viernes Santo. El desplome afecta sobre todo a las localidades que se venden sueltas, ya que el número de abonos que se compran por adelantado han sido los mismos del año pasado.
Esta merma tendrá una repercusión directa sobre las hermandades porque, lógicamente, si cae la recaudación, el porcentaje a repartir entre las mismas es menor.
La buena noticia es que la Permanente del Consejo empezó el pasado lunes a repartir entre las cofradías el dinero de la subvención municipal correspondiente al año 2012.
Todo esto se trasladará a las hermandades en el próximo Pleno de hermanos mayores que debe estar al caer, ya que lo normal es que al mes y medio de la Semana Santa se convoquen una de estas sesiones.
Hostelería
Pero en líneas generales, los cofrades no son los únicos que dicen que hemos tenido una Semana Santa para olvidar. A esta afirmación se únen también los hosteleros que han visto como sus ventas caían un 20% con respecto a 2012.
Una Semana Mayor pasada por agua, con pocos pasos en la calle, de muchos bocadillos y de gente utilizando los establecimientos a modo de aseos. Así la describe el presidente de de la patronal de hostelería, Antonio de María.
Sin embargo, en contra de lo que se pudiera pensar, la jornada de más trabajo en bares y restaurantes fue la del Viernes Santo, a pesar de que fue el día más desapacible.
El gerente del Grupo Catedral Hosteleros, Javier Bote, coincide en que ha sido una semana marcada por los efectos de la lluvia y la crisis, “aunque también es verdad que el resultado de los días que hemos podido trabajar no ha sido malo”. “La gente está muy cortita y eso se nota porque la ves con bolsas llenas de bocadillos y refrescos, pero es que la situación es la que es”. J
José Letrán, propietario del restaurante El Sardinero, ubicado en la Plaza de San Juan de Dios, agradece que la lluvia haya respetado al menos los horarios, algo que en parte les ha beneficiado: “Como ha habido tanta indecisión con el tiempo, los gaditanos venían al centro y una vez aquí muchos se ven obligados a consumir y más si las cofradías deciden no salir”. En cuanto al problema de los aseos, Letrás asegura que tiene una fácil solución, que pasa por que el Ayuntamiento no esconda tanto los urinarios y los coloque en lugares más céntricos, aunque asume este handicap con normalidad.
Hoteles
En lo que respecta los hoteles, la provincia ha alcanzado durante la Semana Santa una ocupación real del 59,35%, lo que, pese a superar en casi un punto las previsiones iniciales, supone una caída del 6,55% respecto al mismo periodo del año anterior. En la capital la ocupación fue del 64,5%.