La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) y la Federación de Arroceros de Sevilla (FAS) han advertido este miércoles de que el dragado del río que el Puerto de Sevilla sacará a licitación el próximo 16 de abril será el concurso de "una obra ilegal y sin otro viso de futuro que el de una cascada de recursos en los tribunales de justicia".
Así, sus presidentes Margarita Bustamante y Julián Borja han calificado el anuncio de esta licitación, así como todas las acciones que están siendo promovidas por la Autoridad Portuaria, a través de la Plataforma 'Sevilla por su Puerto', como "una huida hacia adelante" con la que están llevando a este proyecto a "un callejón sin salida". En su opinión, "el único futuro posible para el dragado pasa por licitar, promover y ejecutar antes las obras para salvar los problemas medioambientales y de salinidad del río que este proyecto genera".
Los líderes del regadío andaluz y de su sector arrocero han valorado de forma muy negativa el modo en que el Puerto de Sevilla, y las instituciones que lo están respaldando, están gestionado el proyecto del dragado, "que algunos parecen empeñados en que se haga de cualquier forma y a cualquier precio, caiga quien caiga, quizá por justificar una esclusa en la que se arriesgó mucho dinero público de forma irresponsable y que nunca debió hacerse sin tener clara su utilidad", han señalado.
En relación con las cifras de empleo y beneficios para la actividad económica que están aportando los representantes de estas instituciones, Borja y Bustamante los ha acusado de hacer "pura demagogia" con el dragado, aportando unas cifras de empleo "que no se soportan ni en el papel" y que "se desmontan viendo simplemente los datos de actividad de las cinco zonas francas que existen en España".
Asimismo, han recordado que en su momento, la Autoridad Portuaria "vendió" que la nueva esclusa de Sevilla permitiría crear 15.000 nuevos empleos en los diez años siguientes, cuando la realidad es que, en los años en que lleva en funcionamiento, "Sevilla ha pasado de 77.000 a 91.000 parados, 14.000 más que antes".
Además, señalan que "ni siquiera el movimiento de mercancías ha crecido", porque con la nueva esclusa plenamente operativa en los dos últimos años, el puerto mueve menos mercancía que en siete ejercicios precedentes y está a 730.000 toneladas de diferencia del mejor año (2006, con 5,34 millones), cuando ni había esclusa ni podían entrar los grandes mercantes de ahora: buques de hasta 20.000 toneladas y 290 metros de eslora, que ya componen dos tercios de la flota mercante mundial.
Los presidentes de la Federación de Arroceros y de Feragua han subrayado que los empleos que están verdaderamente en juego son los 128.000 puestos de trabajo vinculados al complejo agroalimentario de la cuenca del Guadalquivir, y particularmente los vinculados al sector del arroz, sobre el que el proyecto del dragado tendría "un impacto brutal".
Un impacto que, a su juicio, podría extenderse también a miles de empleos directos vinculados a la pesca e incluso al turismo, además de a todo el empleo indirecto asociado a la industria agroalimentaria y asociada.
"Estos sí que son empleos reales y no previsiones basadas en puras conjeturas", ha señalado Bustamante, que considera una "auténtica frivolidad" asegurar que la no realización del dragado compromete el futuro económico de la provincia.
"Es justo al contrario, lo que compromete el futuro no sólo de la economía sevillana sino de toda la economía andaluza es hacer el dragado sin resolver sus problemas, poniendo en riesgo lo que tenemos y es sólido por lo que ahora mismo solo es humo", ha afirmado.
Por su parte, y después de conversar personalmente con el ministro Arias Cañete, el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Julián Borja, ha señalado que su sector y en general el sector del regadío se siente bastante "seguro y tranquilo" de que "el Ministerio no avalará ni consentirá ningún proyecto que no sea impecablemente medioambientalmente e introduzca compensaciones para los afectados". E idéntico convencimiento tiene sobre la posición de la Junta de Andalucía, que hasta el momento ha sido seguir el criterio de los expertos.
"A pesar de las presiones, que son evidentes, yo confío en que todas las administraciones estarán a la altura de sus responsabilidades y velarán por los intereses generales, y no por los de ningún lobby o grupo de presión", ha afirmado.
Ambos líderes del regadío han subrayado que los regantes no están en contra del dragado, pero sí contra su ejecución "inmediata y sin garantías", previa a la solución de sus problemas ambientales y su incidencia sobre la demanda de agua en la Cuenca.
En este sentido, han insistido en que el orden lógico de las cosas exige diseñar y ejecutarse las medidas compensatorias que contrarresten los problemas del dragado antes de poner en marcha este proyecto, "exactamente como ocurre en cualquier obra civil".
"Estamos en un Estado de Derecho, donde la política de hechos consumados no funciona, o no debería funcionar, y por tanto donde tener ejecutada una esclusa no es salvoconducto para empezar el dragado antes de reunir todas las garantías y aprobaciones administrativas necesarias", ha indicado la presidenta de Feragua que confía también en que las administraciones actuarán con rigor en la tramitación de este proyecto, "porque además hay ejemplos muy recientes incluso en esta ciudad de dinero público dilapidado en obras que luego se han tenido que derribar, como fue el caso de la Biblioteca del Prado".
Sobre los apoyos exhibidos por la Plataforma 'Sevilla por su Puerto', el presidente de la Federación de Arroceros y la presidenta de Feragua han señalado que son "el fruto de una campaña de presión orquestada para precipitar el dragado a cualquier precio" y han anunciado la próxima presentación de su propio manifiesto por un dragado responsable y sostenible, "que tendrá amplio respaldo institucional y social y servirá para desmontar la falacia de que existe un clamor popular para que se haga el dragado de forma inmediata".
