José Carlos Camacho Palacín (el que fuera director deportivo de la extinta entidad albirroja) reclamó al Ciudad de Algeciras 27.509 euros en concepto de un año de contrato, que según su abogado, le unía al Algeciras Balonmano, alegando que entre los dos clubes existe una clara identidad, habiendo cambiado de nombre, pero manteniendo equipo, actividad e instalación. El ex director deportivo también declaró ante el juez que la directiva del Ciudad de Algeciras le había dado expectativas de continuidad en su contrato.
Mario Porras, presidente del club algecireño, desmintió ante el juez cualquier contacto laboral, profesional o personal con José Carlos Camacho Palacín, entre otros motivos, “porque el Ciudad de Algeciras es un club amateur y cuyo objetivo es trabajar y fomentar la base con más de quinientos años, un objetivo diferente a la continuidad en Asobal que perseguía el Algeciras Balonmano con José Carlos Camacho Palacín al frente de su dirección deportiva”
El dirigente deportivo lamentó el daño que se ha tratado de causar a la entidad que dirige, que, en caso de haber prosperado la demanda, habría tenido que parar sus actividades deportivas por problemas económicos.
Comentó que “la Justicia ha actuado con corrección y el magistrado ha considerado que los argumentos de Camacho no tenían ninguna base. Resulta que nosotros, que somos un club amateur, teníamos que pagar a este señor porque jugamos en el mismo pabellón que el Algeciras Balonmano. Somos un club amateur y nuestra filosofía es de cantera”.
Por su parte, Rafael Pérez Cabeza reclamó al Ciudad de Algeciras 29.800 euros en concepto de deuda del Algeciras Balonmano acumulada durante las temporadas en las que desempeñó su labor de fisioterapéuta. Los argumentos defendidos por Rafael Pérez Cabeza son idénticos a los de José Carlos Camacho Palacín, sin diferencias y con el mismo letrado.
El Ciudad de Algeciras también dejó claro a través de su presidente que nunca había mantenido contactos de cualquier tipo con Rafael Pérez Cabeza para contar con sus servicios en la entidad, por lo que el juez, al igual que en el caso anterior, ha desestimado su reclamación.
Según los razonamientos del magistrado, y tras las pruebas aportadas por el Ciudad de Algeciras, además de la confesión judicial del presidente, las palabras de Mario Porras “son absolutamente creíbles para el juzgado. No más lejos de la realidad probada en la precedente comparecencia, no existe confusión patrimonial entre ambos clubes, ni de plantilla, ni siquiera de objetivos deportivos, por lo cual desestimo todas las pruebas aportadas por los demandantes”.
Mario Porras ha dado por zanjado el asunto afirmando que “flaco favor han hecho a nuestro deporte y a la familia del balonmano personas que han vivido y viven de este mundo queriendo paralizar la actividad de 500 niños”.
