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Sevilla

Asaja advierte de la necesidad de establecer medidas correctoras antes del dragado

El presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra, ha insistido este martes en que antes de llevar a cabo el dragado del Guadalquivir las autoridades deben establecer medidas correctoras para los afectados, en este caso, los regantes

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El presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra, ha insistido este martes en que antes de llevar a cabo el dragado del Guadalquivir las autoridades deben establecer medidas correctoras para los afectados, en este caso, los regantes.

   En declaraciones a Europa Press tras participar en la mesa de diálogo sobre el dragado convocada por el Ayuntamiento de Sevilla, Serra ha sostenido que previo al dragado es necesario "solucionar el problemas de los regantes" y, en este sentido, reclaman "un compromiso fiable a la autoridad competente".

   "No sólo buenas palabras, sino una garantía" sobre este extremo, ya que los efectos negativos que conlleva el dragado para los regantes deben tenerse en cuenta en esta obra. Estos efectos negativos suponen un mayor consumo de agua y los arroceros requieren que el agua les llegue por otra vía que no sea el río, ha señalado.

   Cabe recordar que la cuenca del Guadalquivir es la mayor de España por el número de hectáreas regadas, por la producción final agraria obtenida y por el empleo generado. La cuenca ocupa una superficie de 83.065 kilómetros cuadrados, dispone de 64 pantanos y presas de derivación, supone el 78 por ciento de todo el regadío andaluz, tiene una capacidad de embalse de 6.921 hectómetros cúbicos y cuenta con una superficie regada de 800.000 hectáreas que generan casi 3.000 millones de euros anuales y da empleo a 128.000 personas.

   Esta cuenca cuenta además con 36.000 hectáreas de arroz en su tramo final, que sitúan a Andalucía como primera región productora de arroz de España, se trata de un cultivo que toma el agua directamente del río, por lo que es muy sensible a cualquier variación de la salinidad de éste, que tiene que ser controlada mediante la suelta de agua al propio cauce de los pantanos y embalses que se ubican aguas arriba de la presa de Alcalá del Río, por lo que cualquier alteración en el vaso en este tramo final afecta a todos los regantes de la cuenca, al menos mientras el cultivo siga dependiendo del riego directo del río como está hasta ahora.

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