Lugar, el republicano de mayor rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, aseguró en una carta que acompaña a un informe sobre Cuba a la que Efe tuvo acceso ayer que, si bien las sanciones económicas pueden ser una herramienta “legítima” de la política exterior de EEUU, en el caso de la isla han fracasado.
“Después de 47 años, sin embargo, el embargo unilateral contra Cuba ha fracasado en su declarado propósito de llevar la democracia al pueblo cubano... debemos reconocer la ineficacia de nuestra política actual y tratar con el régimen cubano en una forma que refuerce los intereses estadounidenses”, recomendó Lugar.
Haciéndose eco de grupos que abogan por un cambio en la isla, el senador destacó además que el embargo le ha dado al Gobierno cubano una excusa para justificar las penurias de “una empobrecida población”.
El informe de 25 páginas es fruto de un viaje a Cuba que realizaron varios asesores de Lugar entre el 11 y 14 de enero pasado, con permiso del Gobierno y por invitación del Instituto Lexington.
Durante el viaje, la delegación de asesores se reunió con funcionarios del Gobierno de La Habana, diplomáticos extranjeros, líderes religiosos y empresariales, periodistas internacionales y otros miembros de la sociedad civil, según Lugar.
El análisis, a cargo del asesor de Lugar para América Latina, Carl Meacham, no llega a recomendar el levantamiento del embargo contra Cuba, pero sí ofrece una evaluación sobre la "compleja relación" entre ambos países, que ha estado marcada por "malos entendidos, sospechas y abierta hostilidad".
Entre otras recomendaciones, el informe pide el levantamiento de las restricciones de viaje y de envío de remesas que impuso el Gobierno del ex presidente George W. Bush.
El informe, que destaca el rechazo del embargo por parte de Naciones Unidas durante los últimos 17 años, está dirigido al resto de integrantes del Comité de Relaciones Exteriores, presidido por el demócrata John Kerry.
Durante su campaña electoral, el presidente Barack Obama prometió levantar las restricciones de viajes y remesas a Cuba.
En una declaración enviada a la oficina de Lugar el pasado 12 de enero, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, aseguró que el Gobierno de Obama prevé realizar una "revisión de la política estadounidense sobre Cuba".
Clinton también reiteró entonces su compromiso de "trabajar con miembros del comité y otros miembros del Congreso" mientras se progresa "en la consideración de pasos adecuados para ayudar a avanzar los intereses y valores de EE.UU. en el contexto de las relaciones con Cuba".
Según el informe, la revisión que finalmente haga el Gobierno revelará "al menos cuatro debilidades" de la política del embargo: contraviene la postura de otros países de América Latina respecto a un mayor acercamiento con Cuba e impide la cooperación con la isla en asuntos de interés mutuo como la migración y la lucha antinarcóticos.
Además, la política de EE.UU. da al Gobierno de La Habana un "chivo expiatorio para sus dificultades económicas y una amenaza externa con la que justifica su autoritarismo", e ignora los acontecimientos recientes que pueden replantear las relaciones con Cuba.
El análisis se produce en momentos en que diversos grupos cívicos y líderes académicos del país también presionan a favor de la flexibilización de las restricciones de viajes y de remesas a la isla.
En la Cámara de Representantes, varios legisladores han presentado un proyecto de ley para levantar las restricciones de viajes.
El Grupo de Trabajo sobre América Latina (LAWG, en inglés) tiene programado un "día de consultas" el próximo 5 de marzo para exigir un cambio en la política hacia Cuba.
"Desde académicos hasta granjeros, cubanoamericanos y organizaciones religiosas, proveedores de servicios de viajes, artistas y ciudadanos comunes, todos están sufriendo bajo las restricciones estadounidenses", se quejó LAWG.