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Jerez

“A veces da la sensación de que nos faltan alimentos”

Dotar a la recién creada delegación en Jerez del Banco de Alimentos de un local, que ya lo tienen, que evite el desplazamiento a Cádiz a recoger los alimentos, es el objetivo más inmediato del primer presidente de la citada entidad en nuestra ciudad

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  • Rafael Villena -

Desde el pasado 6 de junio es la referencia en Jerez del Banco de Alimentos. Fue precisamente ese día cuando se constituyó la asamblea y se nombró la primera junta directiva de la delegación local del Banco de Alimentos. Rafael Villena, profesional de la banca prejubilado, es su presidente. Un presidente con muchas iniciativas, con mucho trabajo diario y con mucha tarea aún por hacer en esta delegación que es una apuesta más por ese Jerez solidario que se expande por mor de una crisis que no cesa. Rafael Villena toma el primer café del día, mientras le da vuelta a una actividad que no le es desconocida...
— Llego al Banco de Alimentos  a través del voluntariado. Siempre he sido voluntario en la empresa en la que trabajaba, Me ha llamado la atención hacer cosas en favor de los demás y, una vez prejubilado, conocí el Banco de Alimentos por una gran recogida que se hizo y en la que mi empresa participaba. Estuve inmerso como voluntario directo y expreso y, a partir de ahí, entendía que era una labor excelente para poderla desarrollar de forma adecuada. En Jerez había una pequeña delegación, no montada del todo, y vi, lógicamente, la oportunidad de hacerla grande, sólida y, aunque dependiente del Banco de Alimentos de Cádiz, con la capacidad de hacer nuestras cosas y de dirigir nuestra propia delegación aquí en Jerez.
— ¿Qué dependencia tiene el Banco de Alimentos con otras organizaciones solidarias, como por ejemplo Cáritas?  
— Los Bancos de Alimentos son independientes totalmente y apolíticos. Hay una Federación de Bancos de Alimentos en Andalucía, que está federada en España y en Europa. Los Bancos de Alimentos se inician en Estados Unidos hace ya muchos años y la central europea se encuentra en París. Los bancos de alimentos que estamos en España nos entroncamos en la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), desde donde se hacen los grandes convenios con las corporaciones y luego eso se hace llegar a todos los bancos de alimentos provinciales.
— ¿Cómo es el día a día de un Banco de Alimentos?
— Hay dos temas o dos problemas que son por los que nos movemos. Uno es el voluntariado. De alguna manera todos somos voluntarios, porque aquí no cobra nadie. La búsqueda y tenencia de de personas, unas con más capacidad y otras con menos, nos cuesta cierto trabajo. Jerez, en estos momentos, cuenta con una base sólida de una veintena de voluntarios más menos fijos y después ese número aumenta, pero no es fácil tener esos voluntarios, generar esa ayuda. Eso es uno de los problemas y el otro es tratar de buscar el apoyo de las empresas en grandes recogidas, en operaciones kilo que se llevan a cabo habitualmente en las gradas superficies y tratar de buscar, asimismo, empresas que nos cedan todos sus excedentes para que luego nosotros los podamos hacer llegar.Hay una logística muy precisa detrás. Cuando nosotros cogemos algo lo tenemos que llevar al Banco de Alimentos, hacer una clasificación, un litro de aceite, un kilo de arroz...Lo clasificamos, lo metemos en el ordenador y tenemos un programa en el que se detalla las asociaciones a las que le hemos dado las últimas las necesidades y todo se va haciendo proporcionalmente en función de las familias que tiene, de cuando ha sido la última vez, etcétera para intentar ser lo más equitativo y solidarios posibles.
— ¿Todos los días se mueve el banco?
— Algo se mueve todos los días. Siempre hay llamadas, siempre hay algo. Ahora, desde el día 17, están llegando los alimentos de Europa y lo harán hasta el próximo 5 de julio. Están llegando kilos y kilos. Pues hay que abrirlos, clasificarlos, hacerlos llegar. Hay que llamar a todas las asociaciones para que vayan a recogerlos una vez que lo tengamos todo ordenado. Hay que recordar que nosotros vamos a recoger los alimentos pero no los entregamos. Son las asociaciones las que los recogen.
— ¿Qué asociaciones se benefician?
— Todas y de todo tipo. En Jerez, concretamente, hay setenta asociaciones beneficiadas. Tienen que estar legalmente establecidas, tienen que cumplir unos requisitos. Entran en el Ministerio y el Ministerio les da el visto bueno y, a partir de ahí, entran en el Banco de Alimentos. Nosotros, por aclararlo, somos intermediarios puros de la entrega de alimentos. Los clasificamos y los entregamos. No somos finalistas, los finalistas son las asociaciones. Claramente estamos obligados a mantener una rigurosidad y nosotros vigilamos para evitar que haya una duplicidad y evitar un fraude a esta escala. 
— La labor es muy parecida a la de Cáritas.
— Las relaciones con Cáritas son excelentes. Nos queremos mucho. Tengo una gran relación con mi amigo Paco Domouso. Es estupendo. Lo que pasa es que él tiene una labor más amplia porque en Cáritas se hace formación, cosas distintas de ayuda directa, económica y nosotros nos dedicamos en exclusividad a los alimentos.   
— Pero estáis pendientes a las necesidades del día a día, que son muchas pienso.
— Las necesidades se disparan de una manera increíble. Desgraciadamente aumentan a diario. Ibas a una asociación hace dos o tres meses y contaba con 50 ó 60 familias y ahora llamas y ya tienen doscientas, eso contando con algunos que no conocen los métodos y a otros a los que les da vergüenza acudir y que por tanto no están en las asociaciones, pero la realidad es que las necesidades son acuciantes y lamentablemente en aumento.  
— ¿Hay cifras?
— El año pasado repartimos 720 mil kilos de alimentos, prácticamente a razón de dos mil kilos por día. Y había el problema añadido de que ir a Cádiz a recoger los alimentos era un problema para los asociaciones de Jerez, por los costes que se derivan de ello. Ahora estamos trabajando para que eso no vuelvan a ocurrir y gracias a la alcaldesa, María José García-Pelayo, el pasado día 14 nos hizo la cesión de una finca en Chiribitos y se ha comprometido a hacerlos el proyecto, por lo que esperamos que, en no mucho tiempo, tengamos ya el local a punto. Ahora  mismo  hacemos llegar los alimentos a Cádiz porque tienen todos los medios. tenga en cuenta que no es tener el local sino que hacen falta estanterías, carretillas, las empresas de transporte. Todo eso sale gratis, pero tiene que estar y en Cádiz llevan ya trece años trabajando.  
— ¿Es Jerez solidario?.
— Es muy solidario. Lo comprobamos en cualquier recogida que hacemos. Nosotros pedimos a la gran superficie el número de personas que suele entrar un sábado. Y nos hablan de tres mil o tres mil quinientas y al final del día hemos recogido entre dos mil quinientos y dos mil ochocientos kilos, por lo que podemos estar hablando de que casi el 80 por ciento de los usuarios han dejado algo. 
— ¿Cuál es el mecanismo para hacer esas recogidas alimenticias?
— Son acuerdos a los que se llega con cada una de las grandes superficies porque cada una tiene su forma de actuar. Normalmente a la entrada de la superficie comercial damos unas bolsas que ponen Banco de Alimentos. Dentro ponemos unos cartelitos en los que decimos lo que necesitamos y luego hay unas cajas donde se deposita lo que cada persona haya querido aportar. Luego  hacemos el recuento, se guarda todo en el almacén ya clasificado y a los dos o tres días va a una empresa de transporte, que nos hace el servicio totalmente gratis, que ahora mismo, hasta que no tengamos el local, se lo lleva hasta Cádiz y allí se realiza la distribución entre las asociaciones. 
— ¿Todo se hace a través de las asociaciones o al Banco llegan también los problemas individuales?
— Esos problemas no nos llegan directamente. Llegan a las asociaciones. Ya le digo que no somos finalistas, nuestro trabajo es directamente con las asociaciones.              
— Sí trabajará directamente en la búsqueda de esos voluntarios precios y necesarios.
— Yo cada vez que voy a un sitio dejo el teléfono de contacto. No hay otra fórmula de captación. Llegan amas de casa que no trabajan fuera del hogar y tienen tiempo libre, jubilados o prejubilados que quieren devolverle a la sociedad una parte de lo que ésta le ha dado y que tienen tiempo disponible. Llegan así, a través del teléfono, nosotros no tenemos un marketing establecido ni nada de eso. 
— Pero a usted, por lo que me comentaba, no le tuvo que llamar nadie.           
— Trabajaba en La Caixa y siempre fui voluntario en la asociación que existía. Me ha parecido algo importante y siempre he estado ligado a ese tema. Ya le expuse que a través de ese medio llegué al Banco. Colaboré y me llamó la atención  la iniciativa, me metí,  comencé de voluntario viendo el funcionamiento aquí en Jerez, me acababa de prejubilar y casi no me ha dado tiempo de tener un año sabático. Entiendo que debo devolver a la sociedad lo que me ha dado.
— ¿Y desde su puesto de observador de los problemas diarios, cómo ve la realidad social de Jerez?
—Hay mucho desempleo y eso se nota. Los salarios son mínimos y si tienes unas asociaciones que te ofrecen alimentos y puedes dedicar el resto que te queda para otras cosas, pues lo haces. La realidad social es de una ciudad muy necesitada, porque el porcentaje tan alto que tiene de desempleados se nota, eso es algo normal.  
— ¿También lo es el deterioro que ha ido sufriendo el tejido social de la ciudad?
— Jerez es una muestra más de cómo está el país. Tantos millones de parados se tiene que reflejar de alguna forma. Jerez no puede ser una ciudad al margen de...De hecho no lo es. Lo cierto es que estamos sufriendo mucho. Vemos cómo las asociaciones crecen y crecen en número de afiliados a una velocidad que nos asombra. Las peticiones cada vez son más fuertes. A veces tenemos la sensación de que no llegamos, que no tenemos alimentos. Hemos pasado un mes y pico en el que el hemos tenido la nave vacía. Hemos tenido que hacer operaciones kilo para poder llegar, porque teníamos la sensación de que no llegábamos a las necesidades que se nos demandaban. Es la realidad. 
— La realidad es que Jerez ha pasado del blanco al negro.
— Sí, pero el deterioro, le reitero, le ha llegado como a todas las ciudades. Jerez no se ha podido salvar. Jerez es una ciudad más, es grande, tiene temas, pero por muchos que tenga está como el resto.
— ¿Y las empresas de Jerez colaboran?
— Sí, aquí no se han hecho una gran labor porque se andaba muy vinculado a Cádiz, pero sí me consta que las empresas son muy solidarias con otras ONG y ahora que hemos montado la delegación necesitaremos movernos con todas las empresas, ya que hay que cubrir unos gastos mínimos. La furgoneta que va a recoger alimentos necesita arreglarse, precisa gasolina. Hay que pagar la luz, tenemos que tener el frigorífico que es obligación. Tendremos que hacer que las empresas colaboren. Nos movemos a través de subvenciones y de las instituciones. Hacemos la fiesta del sombrero pero tendremos que aumentar nuestro recorrido un poco. Si conseguimos más voluntarios como es nuestra idea habrá que tener más teléfonos. Hay gastos que cubrir pero estamos dispuestos a volcarnos y a que el Banco de Alimentos le de el beneficio necesario a la ciudad.    
— ¿Cuánto tiempo, ya que me hablaba de aumentar el número de voluntarios, se le echa al Banco?
— Hay de todo. Cuando llegan les hacemos una ficha en la que ponen a lo que se dedican, lo que quieren hacer en el Banco de Alimentos y el tiempo que quieren estar, si una hora, dos o cinco.
— ¿Cuántas horas le echa el presidente? 
— Todas. Desde que me levanto por la mañana. Unos días tengo que ir a Cádiz, tengo temas por la tarde. Desde que me levanto estoy haciendo cosas. Hay mucho por hacer. El funcionamiento es complejo. Esto es una empresa. La logística que hay detrás  es la logística de una empresa. Las asociaciones con las que trabajamos tienen que estar reguladas. Hay un voluntario que va a ellas para ver la documentación. Esa es una vocalía. Hay otra vocalía que es la tesorería, la administración que debe expedir los certificados,  porque por cualquier aportación que se hace se da un certificado ya que el mismo vale para la declaración de la renta, por la desgravación. Estamos declarados de interés por el Ministerio del Interior. Somos Premio Príncipe de Asturias a la Concordia...Todo esto que le he explicado nos exige una gestión diaria. 
— Comentaba que había veinte voluntarios, per cuántas personas componen la directiva.
— En la directiva está el presidente, el secretario, el tesorero y dos vocalías directas y dos o tres que son jefes de departamentos de recogida, entrega, etcétera. Son cinco personas las que componen la directiva y el resto de las vocalías se irán incorporando.          
— Lo importante sería que no hiciese falta el Banco de Alimentos.
— Qué más quisiera yo, qué más quisiera yo. Me cambiaría a otra ONG,. pero creo que siempre va a existir. Por muchos que avancen las sociedades las desigualdades, desafortunadamente, van a seguir existiendo. Los países más ricos del mundo también las tienen. Tenga en cuenta que esta asociación la crearon los americanos, Los Bancos de Alimento siempre van a existir, aunque puede que en menor medida.
— Hablaba de desigualdades y éstas parece que van aumentando. La clase media se está perdiendo.
— Posiblemente. No cabe duda que es más fácil atacar a las clases medias, es más cómodo y eso hace que el desequilibrio sea mayor. De todos modos estamos en Jerez, que es una ciudad más del país. Estamos inmersos en esta economía y en el mundo entero globalizada y teóricamente pasa lo mismo que en otras ciudades. No ocurre nada distinto. Vemos en Estados Unidos a la gente recogiendo comida de las basuras y en París viendo en casetillas a la vera del río, del Sena. Siempre va a existir eso, desgraciadamente.
— ¿Y la crisis hasta cuándo va a existir?
— Acabo de leer un periódico económico y por mucho que miro el túnel...Se dice que la luz está al final del túnel, pero no se ve qué distancia hay hasta llegar a esa luz. En fin, esperemos que la crisis acabe cuanto antes y que nosotros podamos instalarnos definitivamente en Jerez como delegación, que podamos habilitar el local y que echemos a andar, a correr y que podamos también aminorar esos gastos que conllevan tener que ir a Cádiz.

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