La presencia de salmonella o de toxinas DSP ha obligado a la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, al cierre total de la costa onubense al marisqueo al ser el consumo de los bivalvos y moluscos que en ella se capturan nocivos para la salud humana.
La decisión se ha adoptado a raíz de que los continuos análisis que realiza el Laboratorio de Control de Calidad de los Recursos Pesqueros de Cartaya hayan detectado dicha presencia, según ha informado la administración autonómica en un comunicado.
En el día de hoy ha quedado cerrada la zona de producción de Matalascañas, quedando prohibida la captura y comercialización de almeja chocha, busano, coquina, longueirón y navaja-muergo procedente de las aguas de este enclave del litoral de Huelva.
Una medida que se suma a la que desde la semana pasada afecta a las zonas de producción de la desembocadura del Piedras (busano, coquina, longueirón y navaja-muergo) Punta Umbría (almeja chocha, clica, coquina, longueirón y navaja-muergo), Mazagón (almeja chocha, busano, coquina, longueirón y navaja-muergo) y el espacio marítimo de Doñana (busano, cañaílla, coquina, longueirón y navaja-muergo).
Estas mismas sustancias, es decir, toxinas DSP y salmonella, permanecen aún en las aguas de la Barra del Terrón, Isla Canela y el río Guadiana.
En éstas y en el resto de puntos del litoral onubense se podrán retomar las labores de marisqueo en cuanto los permanentes análisis del Laboratorio de Control de Calidad de los Recursos Pesqueros ubicado en Cartaya certifiquen la ausencia de peligro para la salud pública.
Estas medidas se enmarcan dentro del Programa de Control y Seguimiento de las Condiciones Sanitarias en las Zonas de Producción de moluscos bivalvos, gasterópodos y equinodermos del litoral andaluz que realiza la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, dirigido a la protección de la salud pública y a garantizar la calidad sanitaria de los productos pesqueros.
La Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente alerta, en este sentido, sobre el peligro que supone para la salud la ingesta de bivalvos de estas zonas y hace un llamamiento a la población a extremar la precaución y no consumir productos que no hayan pasado los controles de calidad.