En cada rincón de Estepona encontramos devoción a la Virgen del Carmen. La esencia marinera, la tradición pesquera y lo que entraña el mar en nuestras vidas, ciudad de costa que somos, está muy presente todo el año pero, especialmente, cada 16 de julio. Ella, la Virgen del Carmen, Patrona de Estepona, es la protagonista. Y se lleva todos los salves, vivas y guapas en esta jornada que un año más congregó a miles de vecinos y visitantes en nuestras calles.
Es momento de venerarla y, siempre, en familia. Para muchos pequeños, es su primera procesión y permanecen en brazos de sus progenitores, expectantes ante el acontecimiento. Otros han crecido con la tradición y saben muy bien que toca ponerse las mejores galas para salir a su encuentro. Los más mayores son fieles a la cita. A pasos despacitos, buscan un buen sitio para contemplarla con unos ojos que han visto cómo ni el devenir del tiempo hace mella en una tradición que pervive intacta al paso del tiempo.
Partió acompañada de sones musicales y bajo el amparo y hombros de sus hermanos en la Parroquia de la Iglesia del Carmen. Arropada a su salida y alabada a cada paso, a cada movimiento de sus portadores que aprovecharon el trayecto para entonar salves marineros. Pies descalzos, ojos vendados y largas filas de vecinos con promesas formaron también parte del cortejo procesional en el que hermandades, cofradías y autoridades esteponeras tienen cabida. En calle Delfín la aguardaba un momento especial. La Chirigota de Estepona dedicó su particular cante a Nuestra Señora de los Mares arrancando lágrimas.
Enfilaba dirección al Paseo Marítimo donde un manto ciudadano aguardaba expectante a lo largo del Paseo Marítimo. A la altura de Correos, los minutos más esperados durante todo el año, sobre todo, por el Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen del Carmen Coronada, Miguel Caravaca, que esperaba que este año el tiempo diese la oportunidad de mecerla en el mar al amparo de los barcos que la esperan pacientes en alta mar para acompañarla. Arena, sal y un mar como un plato la hicieron grande una vez más. La euforia y alegría llenó la Rada. La Virgen estaba en su mar. La imagen inició su peregrinaje, tras un breve pero intenso espacio de tiempo en el agua, a la Capilla Antigua, en el corazón del barrio de los pescadores, al albor del inicio de la madrugada.
"No tenemos palabras suficientes para expresar nuestro agradecimiento a todo el pueblo de Estepona, a nuestra pequeña pero gran flota pesquera que ayer pudo arroparla en sus aguas y a las personas que nos acompañaron durante todo el recorrido procesional de nuestra Virgen del Carmen, no tenemos espacio suficiente para nombrar uno por uno a las personas que ayudaron para que todo saliera bien, esperamos que nuestra Patrona nos ilumine otro año más.Que ella os colme de bendiciones y a todos vuestros familiares", agradeció la Hermandad esteponera.
