Decenas de miles de personas han salido a las calles de la capital al grito de 'No a los golpes, sí a las elecciones' a favor del partido gobernante Ennahda, una formación islamista de corte moderado.
En la que ha sido manifestación más multitudinaria desde las convocadas en 2011 contra el exmandatario Zine el Abidine Ben Alí, los seguidores de Ennahda, un partido prohibido bajo el anterior régimen, han convergido en la plaza Kasbah, próxima a la oficina del primer ministro en Túnez. Precisamente, en este enclave tuvieron lugar las multitudinarias protestas que acabaron con la caída de Ben Alí.
"Apoyamos la legitimidad del Gobierno porque nos importa Túnez y nos importa la democracia, no Ennahda", ha afirmado Suad Nasri, uno de los asistentes a la protesta, con una bandera tunecina enrollada en su cabeza.
Ennahda llamó a sus partidarios a manifestarse para responder a las multitudinarias protestas celebradas a largo de esta semana contra el Gobierno. Mientras que el primer ministro tunecino, Alí Larayedh, exhortó a la "calma" y a la "unidad nacional" a los grupos contrarios y afines al Gobierno.
Entretanto, las autoridades también están afrontando una creciente amenaza islamista en la zona fronteriza con Argelia, con atentados perpetrados por milicias afines a Al Qaeda que han acabado con la vida de más de una decena de miembros de las fuerzas de seguridad.