La Balona desperdicia la victoria en la prolongación

Dos minutos malditos le separaron a la Real Balompédica Linense de sumar tres puntos vitales para los intereses blanquinegros, y es que este traspié le puede costar a la Balona que el descenso se aproxime antes, debido al varapalo que sufrió de nuevo el equipo, y es que ya no es la primera vez que le ocurre a la Balona. De hecho, parece que está en una pesadilla de la que aún no ha despertado y a pesar de ya no ser el farolillo rojo, el mal del colista sigue con los blanquinegros. Los de Baby vieron como se les esfumaba el triunfo en el tiempo de prolongación, dos despistes, dos goles, y volaron tres puntos vitales para seguir con la esperanza de la salvación, que en vez de esperanza es ya una auténtica quimera. De la Balona fueron las ocasiones y el fútbol, y supieron controlar el encuentro, pero como ya ocurrió en la primera vuelta, fue el Conquense quien se llevó el gato al agua, ya que en el Municipal también remontaron el 1-0 inicial de los blanquinegros. Un auténtico varapalo cuando la Balona llevaba más de 80 minutos ganando.

Los de Baby se adelantaron en el marcador en el 9’, después de que Diego transformara un penalti cometido sobre Manrique, y se le pusieran las cosas a su favor, ya que los locales jugaron con uno menos tras la expulsión de su portero. Los blanquinegros gozaron de innumerables ocasiones para sentenciar el encuentro, aunque el Conquense en más de una ocasión pudo sentenciar. Ya en la segunda mitad, el encuentro siguió con la misma tónica, pero los locales encerraban cada vez más en su campo a los blanquinegros que aprovechaban las contras. Pero se cumplió el dicho del fútbol del que quien perdona, lo acaba pagando y éso se volvió a repetir con los blanquinegros.

La Balona comenzó muy fuerte y en el 2’,  Zurdo dispuso de una clara ocasión pero su remate no vió puerta.
Pero pronto se les iba a poner las cosas a favor de los blanquinegros, ya que nadie hacia presagiar el desenlace. En el 8’, un remate de Manrique lo abortó bien el cancerbero local, pero el granadino buscó el rechace, y Raúl para evitar el tanto arrolló a Manrique. El árbitro no tuvo dudas y decretó la pena máxima, además de expulsar a Raúl, y ponía a la Balona en superioridad numérica. Diego transformó la pena máxima, y ponía a su equipo con todo a su favor para conseguir el primer triunfo lejos de casa.

Con el 0-1 y con la Balona bien plantada se empezaron,a acumular ocasiones, como las de Zurdo y la de Manrique en el 27’, que en el uno contra uno ante Sebas, tiró al muñeco. Aunque el Conquense tuvo el empate en el 17’, cuando Diego salvó bajo palos el remate de Javi Gómez.

Tras el descanso, Baby optó por sentar a Diego en el banquillo que tenía una amarilla y dió entrada a Borja, y con esó la Balona perdió algo de solidez defensiva. El Conquense se marchó con frescura al ataque ya que no tenía nada que perder, y si el empate tardó en llegar fue por la extraordinaria labor de David Pérez. Dos paradones en el 63’, y 69’ y un gol anulado en el 70’ hacían temer lo peor. Pero los blanquinegros no se vinieron abajo e  incluso pudieron sentenciar en el 72’ cuando Miguélez perdonó el segundo, lo mismo que le pasó a Joseph poco después.

Pero los blanquinegros que basaron su juego en la segunda mitad al contragolpe, saboreaban su primer triunfo lejos de casa de la temporada, aunque en el recuerdo estaba lo que ocurrió ante el Conquense en la primera vuelta, y las peores previsiones se volvieron a cumplir.  En el 90’, un descuido provocó el remate de Cristian, ante el que nada pudo hacer David Pérez. La Balona se hundió y el Conquense, que ya tenía la experiencia de la primera vuelta, se fue en busca del segundo sabedor de que los nervios podían con los blanquinegros. Dicho y hecho. En el 92’, un balón suelto en el área, lo aprovechó Oya para fusilar a David Pérez y hacer el 2-1.