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Cádiz

Elena González: “A los gaditanos les gusta conocer su patrimonio"

En sus cuatro años de vida, la Asociación Cádiz Ilustrada ha conseguido conservar la altura del monumento a Segismundo

  • Elena González Pérez -

Se trata de una asociación llena de vida, integrada en un porcentaje elevado por personas jóvenes y formadas que se sienten orgullosas del patrimonio y gaditano y así quieren hacérselo ver al resto de gaditanos e instituciones. Son años difíciles para las recuperaciones y rehabilitaciones pero están seguros de que con esfuerzo e ilusión todo se consigue. Muestra de ello es que gracias a este tesón, el sueño de recuperar el Convento de Santa María aún sigue vivo.


—¿Cómo nace Cádiz Ilustrada?

—La asociación se funda en noviembre de 2009 y nuestra primera aparición en público fue al mes siguiente con una conferencia a cargo de Manuel Bustos sobre el patrimonio de Cádiz en general. Nuestro objetivo siempre ha sido y sigue siendo defender el patrimonio gaditano a partir de la difusión. Nosotros no pretendemos ser como los inspectores de patrimonio, entre otras cosas porque en esta asociación cada uno dedica su tiempo libre y todos tenemos nuestras vidas, nuestras obligaciones y nuestros estudios. A partir de ahí hemos organizado actividades divulgativas como conferencias, rutas, visitas guiadas, la Noche Blanca, etc. Una serie de iniciativas que nos parecen importantes porque para querer nuestro patrimonio primero debemos conocerlo..

—¿Una característica de vuestra asociación que llama la atención es que está formada por mucha gente joven?

—Realmente hay personas de todas las edades, pero sí que es verdad que en un buen porcentaje está formada por gente joven. La juventud se implica en el patrimonio igual que los mayores. En la actualidad somos unos 70 socios.

—¿Qué proyectos tenéis en mente?

—Ahora mismo estamos trabajando en una iniciativa para la salvaguarda de los cañones y esquinales de Cádiz. Como tenemos a Antonio Ramos, que es experto en este tema, habíamos planteado una campaña de apadrinamiento de estos elementos, para que cada interesado, a título personal, pudiera hacerse cargo de la conservación de uno de ellos. En septiembre nos reuniremos para ver en qué nos centramos. Durante el Bicentenario lo pusimos en las defensas de extramuros aprovechando los conocimientos en historia militar y murallas de Miguel García.

—Hace unas semanas organizasteis  una Noche Blanca en los barrios de El Pópulo y Santa María para recaudar beneficios para la obra de rehabilitación del Convento de Santa María. Fue un éxito de público ¿qué balance hacéis?

—Era la primera vez que se hacía, así que no nos hacíamos a la idea de cuánta gente vendría. Sí que es cierto que a la gente de Cádiz le gusta conocer el patrimonio de su ciudad porque así se ha puesto de manifiesto en cada uno de los actos que hemos celebrado. Pero no esperábamos llegar a vender 2.000 entradas para nuestras visitas guiadas. La gente se fue satisfecha y eso nos enorgullece muchísimo. Estamos muy agradecidos al concejal de Turismo, Bruno García, por todas las facilidades que nos ha dado y porque sabemos que las oficinas de turismo hicieron mucho hincapié en la Noche Blanca. Nosotros nos hemos preocupado por nuestra parte de informar a los hoteles, hacer cartelería, flayers y demás. También estamos muy agradecidos a los medios de comunicación por todo el apoyo recibido en cuanto a la difusión.

—¿Vais a repetirlo?

—Se podría repetir, pero desde luego igual no podría ser, porque resultaría cansino. Tendríamos que introducir una serie de cambios para atraer al público. De momento vamos a descansar de la primera, porque la verdad es que nos ha supuesto muchísimo trabajo. Sí, seguramente se repita.

—¿Cuánto se ha recaudado?

—Los beneficios han sido 8.500 euros, quitando todos los gastos. Nosotros no teníamos subvención alguna. Conseguimos patrocinios de empresas privadas pero en especies, no en dinero. Ahora estamos viendo con los arquitectos de la Asociación de Amigos del Convento de Santa María a qué parte de la rehabilitación se puede destinar el dinero. Seguramente será a lo más urgente.

—¿Qué os han dicho los bares de la zona?

—En general la sensación ha sido buena porque se llenó de gente y todo lo que sea atraer público es bueno para la economía de la zona. Al parecer ha reportado más beneficios que el Mercado Andalusí. Si hemos ayudado a a la economía de los dos barrios pues mejor que mejor.

—Las rutas y visitas eran muy interesantes…

—A ello debemos el éxito. Hemos trabajado con los mejores de Cádiz en cada tema: Miguel Ángel Valencia, Lorenzo Alonso de la Sierra, Lorenzo Perdigones, Francisco Conde, José Manuel Romo Madera, etc. Sus aportaciones nos han servido para dar un punto de vista más global sobre el patrimonio gaditano. También me gustaría agradecer a las hermandades implicadas todo lo que han trabajado para mostrar su patrimonio en las mejores condiciones. En fin, hemos sido un equipo y ha sido una actividad muy participativa. Ahí está el éxito.

—¿Qué os han dicho las monjas?

—Ellas están  muy agradecidas y también colaboraron en esta actividad. Tienen muchas ganas de volver a su convento y estamos seguros de que cuando eso ocurra la Iglesia se abrirá más y podremos disfrutar de lo que alberga en su interior. El Ayuntamiento firmó un convenio con la Asociación de los Amigos del Convento con el que se comprometía a asumir parte de la obra. Esperemos que todo esté terminado más pronto que tarde.

—¿Tienes la sensación de que si no llega a ser por el movimiento ciudadano que hay detrás, este convento se hubiese perdido?

—Lo cierto es que cayó en el olvido durante algún tiempo. Poniendo empeño las cosas salen. Es el convento más antiguo de Cádiz y no se podía perder, como ocurrió con Capuchinos. Estas cosas no salen adelante por el empuje de las administraciones única y exclusivamente tiene que estar el empuje ciudadano detrás.

—¿Cuáles han sido vuestros logros?

—El hecho de que haya una asociación que se preocupe por el patrimonio ya es un logro en sí. Además, estamos notando que a la gente le interesa todo lo que organizamos y con esto conseguimos la difusión del patrimonio. Creemos que es interesante llevar la voz del pueblo a las administraciones e instituciones en esta materia. Como  logro material, podemos destacar que conseguimos que se conservara la altura del monumento a Moret.

—¿A los gaditanos se nos llena la boca defendiendo a Cádiz en el Carnaval, pero tiene un reflejo real en el apoyo a este tipo de asociaciones que persiguen la conservación de nuestra historia, de lo nuestro?

—Yo estoy convencida de que a los gaditanos les interesan las cosas de Cádiz y así se puso de manifiesto en la Noche Blanca. La gente está necesitada de actividades patrimoniales.

—¿Cómo está afectando la crisis a la conservación del patrimonio?

—Puede afectar positiva o negativamente. A este convento le ha venido muy bien la crisis porque si hubiese ganado el concurso la empresa que propuso la Junta de Andalucía, a día de hoy ya no tendríamos convento. En tiempos de bonanza se han hecho rehabilitaciones en las que no se ha cuidado para nada el patrimonio. La crisis afecta porque se cierra el grifo, pero a veces es mejor no invertir y cuando haya dinero se hacen las cosas bien. El Gobierno central no puede rehabilitar todo lo que tenemos en España, somos el segundo país con más patrimonio del mundo después de Italia. Las administraciones están obligadas a salvaguardar nuestra historia, pero los ciudadanos y la iniciativa privada también se tienen que implicar. En la cultura anglosajona son más de mecenazgos y a lo mejor es eso lo que tenemos que extrapolar a España.

—¿Habéis denunciado en multitud de ocasiones el estado en el que se encuentran muchos edificios de Cádiz?

—Nuestras denuncias se dirigen especialmente a evitar las aberraciones que se están cometiendo a la hora de proteger la arquitectura doméstica, ya que es lo más vulnerable. En la calle Cervantes, hace dos años denunciamos la desaparición de una casapuerta isabelina que quitaron de la noche a la mañana para poner azulejos industriales. Esto ocurre, entre otras cosas, porque las sanciones no son suficientemente duras. Tampoco hay un inventario hecho de todo lo que se debe conservar en Cádiz. El PGOU está muy avanzado porque es de los últimos que se han elaborado, pero este tipo de documentos por lo general nunca conservan más de un 30% de lo que hay en los cascos históricos.

—¿Por qué Cádiz no recurre más al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) de la Junta de Andalucía como hacen Sevilla y Granada?

—El IAPH es una empresa pública que no hace nada gratis, lo único que la Delegación provincial de Cultura es la que paga la restauración. Cultura ha cerrado el grifo, ésa es la verdad.

—¿Qué puntos flaquean en la Ley de Patrimonio?

—En la ley andaluza de 2007 se contemplaba un cuerpo de inspectores que por falta de dinero nunca se ha llegado a tener y es algo que a nosotros nos parece muy interesante. A los ayuntamientos se les ha dado demasiadas competencias en materia de patrimonio y creo que ha sido uno de los grandes fallos de la Administración Autonómica.

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