Los operarios de la empresa Easy 2000, encargada de las obras de ampliación del colegio público Antonio Machado, limpiaron ayer a primera hora -antes de la llegada de los escolares- el parque que da a la puerta trasera por la que los alumnos deberán entrar provisionalmente debido a los trabajos.
El pasado martes las quejas de los padres tras verse obligados a sortear todo tipo de suciedad para llegar a la nueva entrada -desde excrementos de perro, matojos, hasta incluso preservativos- la Asociación de Padres y Madres (AMPA) enviaba un escrito a la Delegación de Medio Ambiente solicitando urgentemente que se acondicionaran los terrenos.
Y es que aunque contentos porque al fin los obreros están en el edificio después de cinco años, la vuelta al cole tuvo en este centro cierto sabor agridulce por el descontrol propio que supone una obra de esta envergadura y las molestias que empezaron a soportar desde el primer minuto. Debido a los trabajos, además de haber habilitado una puerta trasera que se queda demasiado pequeña y en la que se agolpan niños y padres, los alumnos se han encontrado con un recreo acotado en cuatro partes o el traslado de Sexto de Primaria al edificio de Infantil situado a 50 metros y en la otra acera de la misma avenida, sin contar con el episodio de la suciedad de los terrenos que en un futuro albergarán una pista deportiva.
