El Algeciras volvió a dejar claro que sus partidos esta temporada van a ser de alto voltaje. Y eso que a los albirrojos ya les ha costado caro empezar los partidos mal. Una vez más, el equipo se vio claramente superado por su rival en la primera parte, pero en la segunda pasó varias veces de poder ganar el duelo a poder perderlo, con ese carácter visceral que Manolo Sanlúcar ha dado al equipo.
Contra un sólido y complicadísimo rival como el Guadalajara arriesgó el técnico local con Borja, Ayala y Alfaro por detrás de Harper. Puro nervio para dar velocidad al ataque y tratar de romper una zaga de lo más complicada. Tardó en conseguirlo, porque el equipo morado hizo suya la primera parte y pudo sentenciar el partido, pero los albirrojos dinamitaron el duelo en una segunda mitad vertiginosa que convirtió el resultado en una moneda al aire que terminó cayendo de canto.
El Guadalajara avisó primero, con un par de disparos, sobre todo uno de Jairo, que crearon peligro. El Algeciras trataba de correr arriba, como le gusta a este equipo, pero no hallaba grietas en el rival.
La sensación de peligro que daba el Guadalajara se vio acrecentada por otro despiste defensivo más del Algeciras cuando defiende a balón parado. Así, un saque de falta al segundo palo sirvió para que Moyano, solo, anotase el 0-1 en el minuto 25.
Los albirrojos se iban apagando y salvo un error de Alfaro, que solo en el área la mandó fuera (33’) y un remate de Berlanga tras saque de esquina (41’), no tuvo capacidad de reacción y el Guadalajara pudo sentenciar a la contra, pero ni Zazo (39’) ni Mateo, que se recreó demasiado al filo del descanso haciendo regates, lograron anotar.
La dinámica fue similar en los primeros minutos de la reanudación, cuando el Guadalajara pudo matar el partido si Jairo no hubiese rematado al larguero un saque de falta (otra vez) en el 48’. Un cabezazo de Harper (56’) fue la tímida reacción local en un partido en el que la excesiva dureza de los morados, consentidos por le árbitro, amenazaba con aniquilar a un Algeciras poco agresivo.
Reacción local
Sin embargo, la reacción de los locales llegó cuando menos posible parecía. Viseceral, imprevisible, como es este Algeciras. Cuando pasaba por los peores momentos, saltó la chispa. Fue en el minuto 65’, cuando un envío al área lo retuvo Harper, que sirvió a Alfaro para que éste empatar. Es su segundo gol de la temporada e iguala así a Javi Chico como únicos y máximos goleadores ligueros albirrojos.
A partir de ahí, la locura. El Algeciras, espoleado por el gol, olvidó los complejos y tuvo varios acercamientos al área rival que no se concretaron en ocasiones claras. El Guadalajara, que frenó la alegría local a base de entradas contundentes y un juego brusco, también pudo haberse llevado el partido aprovechando alguna contra o una jugada de estrategia, pero por el campo había más nervios que acierto en ambos equipos.
Los albirrojos resuelven con un empate el primero de los dos partidos consecutivos que afronta en el Nuevo Mirador. El domingo llega el Écija (que perdió 1-6 ante el Cádiz) para que los albirrojos intenten sumar su segunda victoria de la temporada.
Ficha técnica:
Algeciras: Romero, Máiquez (Carlitos Andújar, 46’), Víctor González, Carlos Fernández, Antonio Merino (Benítez, 70’), Borja, Berlanga, Javi Chico, Alfaro, Ayala (Melchor, 63’) y Harper.
Guadalajara: Álvaro Campos, Núñez, Moyano, Garrido, Jesús (Julio, 81’), Javi López, Tello, Zazo, Jairo (Prosi, 75’), Mateo (Grasa, 70’) y Quique.
Goles:
0-1 m. 25: Moyano.
1-1 m. 66: Alfaro.
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Madrid). Amonestó a los locales Javi Chico, Antonio Merino, Benítez y Borja; y a los visitantes Garrido, Moyano, Mateo, Jesús y Prosi.
Incidencias: Partido de la 4ª jornada de Liga, disputado en el Nuevo Mirador ante algo más de 2.000 espectadores.
