El primer ministro británico, David Cameron, ha advertido a las autoridades ceilandesas de que disponen hasta marzo de 2014 para investigar a nivel interno los presuntos crímenes de guerra cometidos durante los últimos días del conflicto con los rebeldes tamiles en mayo de 2009, o de lo contrario solicitará la intervención directa de Naciones Unidas en las pesquisas.
"Quiero dejar algo muy claro: si la investigación del Gobierno no ha terminado en marzo, usaremos nuestra posición en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para solicitar una una investigación internacional completa, fiable e independiente", declaró Cameron ante los medios durante la cumbre de la Commonwealth que se celebra en la capital de Sri Lanka, Colombo.
La Comisión de Derechos Humanos de la ONU evaluará en marzo del año próximo los progresos realizados por los investigadores ceilandeses sobre lo sucedido en mayo de 2009, cuando aviones de combate del Ejército bombardearon un corredor humanitario donde los rebeldes tamiles mantenían a decenas de miles de civiles como escudos humanos.
Una estimación inicial de de Naciones Unidas apuntó que hasta 40.000 podrían haber fallecido en esos días. No obstante, el Gobierno de Sri Lanka ha prohibido desde entonces la entrada de los investigadores internacionales y su presidente, Mahinda Rajapaksa, ha rechazado cualquier acusación de exterminio.
En respuesta a la advertencia de Cameron, el ministro ceilandés para el Desarrollo Económico, Basil Rajapaksa --hermano del presidente-- ha indicado que su país no permitirá la entrada de los investigadores. "Como mínimo, vamos a objetar contra estas pesquisas", hizo saber.