La reacción del Atlético de Madrid en el segundo tiempo, liderado por un imparable Diego Costa, puso al equipo rojiblanco al borde del liderato de la Liga, del que sólo le separó un gol contra el Valencia, que aguantó una hora con un rocoso plan defensivo, pero que fue derribado por la ambición local.
Dos tantos del hispano-brasileño, que marcó un penalti y falló otro, y uno de Raúl García rompieron la telaraña en la que le metió el Valencia durante toda la primera parte para sumar tres puntos más. Ya acumula 43 de 48 posibles en esta temporada de Liga y sólo un tanto más a favor le separa de la cima de la tabla del Barcelona.
La puesta en escena del Valencia fue consistente y efectiva. Sin riesgos con la pelota ni en su defensa ni en el medio campo, sin demasiadas licencias ofensivas y con la idea definida de minimizar los espacios y evitar cualquier opción de contraataque rival frenó de inicio al Atlético y sus potentes comienzos de cada encuentro.
No halló el conjunto rojiblanco la forma de desmontar el compacto entramado defensivo del Valencia. Tampoco la manera de robarle el balón para hacer daño con la efervescencia en ataque que suele en sus duelos de esta temporada. Fue desactivado por la milimétrica colocación del equipo visitante, un enredo que complicó al Atlético.
Porque no pasó apenas nada en los primeros 45 minutos. Ni en una portería ni en otra, sólo un penalti reclamado por Diego Costa, una fenomenal jugada individual del hispano-brasileño sin rematador y una inocente resolución del brasileño Jonas frente al belga Thibaut Courtois, de vuelta al once tras superar una lesión muscular.
Al descanso, misión cumplida del Valencia y su acumulación de futbolistas en la retaguardia, prácticamente inabordable para el Atlético, que ni tiró a portería ni exigió al brasileño Dani Alves en todo el viaje hacia el intermedio. Una novedad esta campaña en el Calderón, donde el equipo local devora rivales sin contemplación.
Y un examen diferente para el Atlético, que se fue al vestuario con interrogantes, muchas más de las que le ha planteado cualquier oponente esta campaña en su estadio, y que regresó con soluciones y con su primer disparo a portería, en el minuto 47, en una conexión entre Koke y Diego Costa parada por Diego Alves.
Apretó más el conjunto rojiblanco, dio un paso más hacia atrás el Valencia y el partido se trasladó al terreno del equipo visitante, cada vez más inquieto por la ofensiva del Atlético, transformada en nuevas ocasiones, animada por más profundidad y afianzada por un tiro alto del turco Arda Turan y un remate de tacón de Tiago.
La ambición del Atlético derribó finalmente al Valencia, al que todo se le vino abajo en el minuto 58. Hasta ese momento su defensa había sido impecable, pero fue en una concesión atrás donde se le escapó el encuentro y el control del marcador al conjunto de Djukic.
No perdona el Atlético. Y menos Diego Costa. El delantero controló un pase del uruguayo Diego Godín al contragolpe y no paró de correr hasta el área contraria ante la atenta mirada y la falta de convicción para interponerse de Víctor Ruiz hasta que el atacante se plantó en el área y coló su disparo entre las manos de Alves.
El siguiente error defensivo también fue gol del equipo rojiblanco. Tres minutos después, un centro de Juanfran desde la banda derecha tropezó en Mathieu, que dejó el balón muerto en el área. Ahí ya estaba preparado Raúl García, que enganchó el 2-0. Su derechazo cruzado fue definitivo. Suma ya nueve goles esta campaña.
Incluso, el Atlético falló un penalti. Lo lanzó Diego Costa, lo paró Diego Alves. Era el minuto 73. Siete después se repuso de ese fallo, en otra pena máxima cometida sobre él, como la anterior. En su siguiente lanzamiento sí batió a Diego Alves para alcanzar a Cristiano Ronaldo al frente de la tabla de goleadores de esta Liga y dejar al Atlético al borde del liderato, a sólo un gol de distancia.
