“Si abre todo el mundo, al final tendremos que abrir”. Es el parecer general de la mayoría de los comerciantes del centro de la ciudad que ven en la propuesta de la concejalía de Comercio un arma de doble filo. “Por una parte, es ventajoso porque si la gente está por el centro y ves que estás abierto, lo mismo se animan a comprar, además, en unas fechas tan señaladas, pero si el centro está vacío, al final la gente se va a las grandes superficies, donde sabe que lo que busca lo va a acabar encontrando”, ha explicado la responsable de un comercio del centro.
En este sentido, y para que tanto portuenses como visitantes se animen a acudir al casco histórico, los comerciantes consideran esencial el desarrollo de actividades que inviten a pasar las tardes recorriendo las calles del centro. “Las actividades que se han propuesto están bien, pero quizá necesitaríamos algo que invitase mucho más, porque lo que es verdad es que cuando se acaba lo que está organizado la gente se vuelve para sus casas y muy pocas veces se pasan por las tiendas”, comentan.
Pero, sin lugar a dudas, la demanda más generalizada es la mejora de la imagen del casco histórico. “La verdad es que da pena. Nosotros llevamos aquí toda la vida y nunca antes habíamos visto lo que se ve ahora. Hace falta que se meta mano al centro porque es una auténtica lástima ver los edificios cómo están de ruinosos”, apuntan un comercio con solera en El Puerto, con 50 años de experiencia en el centro.
Desde otros establecimientos, consideran que la mendicidad también ha hecho mucha mella en el sector. “Es algo que daña la imagen de la ciudad, y en especial del centro. Y la verdad es que en una ciudad que vive en gran parte del turismo, esto crea muy mala sensación… y es algo que el Ayuntamiento también debería tener en cuenta y adoptar las medidas necesarias”.
Y en relación a la previsión de ventas de cara a la Navidad, lo cierto es que en los últimos años “no hay previsión de nada”. “Estamos intentando sobrevivir como se puede, el día a día, hoy vendemos más y sabemos que mañana lo mismo no hay esa suerte… por eso no se hace previsión ni se estima un número de ventas, porque lo que haya, bienvenido sea”, subrayan.
En este sentido, lo que se hace cada vez más en los pequeños y medios comercios es fidelizar la clientela. “Todo el año tenemos descuentos y promociones y lo que hacemos es ofrecer un servicio más personalizado, diferenciándonos así de las grandes superficies que sólo dan precio, pero ya, a veces, ni eso”.
No obstante, y pese a la difícil situación, lo cierto es que hay muchos emprendedores que se lanzan a montar un negocio propio y apostar por el centro de la ciudad, a pesar de las inclemencias de estos tiempos.