El tenista español David Ferrer comenzó con solidez su andadura en el Abierto de Australia, primer 'grande' de la temporada, y se clasificó este lunes sin excesivos problemas para la segunda ronda tras deshacerse del colombiano Alejandro González en tres sets por 6-3, 6-4, 6-4.
El de Jávea, número tres del mundo y tercer favorito en Melbourne Park, firmó un estreno sobrio, aunque siguió con alguna laguna con su servicio, que no le acaba de funcionar en este principio de temporada, con hasta seis dobles faltas y con sólo el 53 por ciento de primeros saques conectados.
Además, pese a comenzar arrollador el partido ante su rival, sin embargo luego tuvo que reaccionar en los dos siguientes parciales en los que fue a remolque del colombiano, al que le faltó más regularidad para haber aumentado la emoción en el encuentro.
El de Jávea se medía a un Alejandro González, curtido en el circuito 'challenger' y al que dio una 'bienvenida' entre la élite de forma contundente. Así, antes de la media hora, Ferrer mandaba ya por un claro 5-0 y amenazaba con arrollar sin contemplaciones al sudamericano. En cambio, el de Medellín reaccionó con tres juegos consecutivos antes de que el español acabase con la emoción y se llevase el primer parcial.
Pero González creció a partir de ahí y decidió plantar cara en su debut en un 'Grand Slam' y aunque se topó con el habitual 'muro' que suele levantar el alicantino, consiguió dos 'breaks' para compensar el inicial entregado y situarse 2-4 arriba. El número tres del mundo no perdió la calma y con su 'drive' logró llevarse los cuatro juegos siguientes para poner el 2-0 en el marcador.
El tenista colombiano no se vino abajo y volvió a gozar de ventaja en el partido en la tercera manga (1-3), pero como le sucediera en la anterior, ahí se quedó 'clavado', con el añadido de algún problema físico en forma de ampollas. Ferrer le endosó cuatro juegos consecutivos para cerrar sin problemas su pase a la segunda ronda donde se enfrentará al francés Adrian Mannarino.
La alegría de Ferrer no fue la única en el cuadro masculino donde también pasaron Tommy Robredo, Guillermo García-López y Pablo Andújar. El albaceteño se aprovechó del abandono del veterano Tommy Haas, duodécimo favorito, cuando había ganado el primer set por 7-5 y dominaba en el segundo por 5-2, mientras que el conquense ganó el duelo español a Albert Ramos (6-4, 6-2, 6-4). Edouard Roger-Vasselin y Jerzy Janowicz serán sus respectivos próximos obstáculos.
ROBREDO SALVA TRES BOLAS DE PARTIDO.
En cambio, el gerundense firmó una espectacular remontada en un partido que tenía perdido ante el checo Lukas Rosol, al que derrotó tras más de tres horas y media de partido en cinco sets por 6-1, 6-7(7), 3-6, 7-6(5) y 8-6.
El de Holstaric no dio continuidad a su buen comienzo de partido y a partir de ahí fue a remolque del centroeuropeo que tuvo el encuentro en su mano. Rosol dominó el 'tie-break' del cuarto parcial por 1-4, pero no lo supo aprovechar y se fue a un quinto y decisivo set donde lo tuvo aún mejor.
Así, sacó con 3-5 arriba para mandar fuera al catalán, pero este, emulando lo realizado en Roland Garros, tiró de su experiencia para levantar un 40-15 y una bola de partido más para alargar el encuentro. El checo quedó 'tocado' y dejó de ser amenaza, entregando en el decimotercer juego su servicio para poner en bandeja el pase a Robredo.
El siguiente rival del español será el francés Julien Benneteau, que acabó con la aventura de Pablo Carreño, al que derrotó en cinco mangas por 6-3, 3-6, 6-4, 6-1 y 6-2. También resultó eliminado Albert Montañés ante el argentino Leonardo Mayer (6-1, 6-3, 6-1).
En cuanto al cuadro femenino, no hubo excesivas buenas noticias y cayeron eliminadas en su estreno la veterana Anabel Medina, que perdió ante la americana Irina Falconi por 6-3, 6-1, Lara Arruabarrena, que no pudo con la serbia Vesna Dolonc (2-6, 6-2, 6-4), y Silvia Soler, víctima de la búlgara Tsvetana Pironkova, que continuó con su buen estado de forma tras ganar en Sidney y se impuso por 6-3, 6-2.
