Un 20 de marzo de 1969 se casaban en Gibraltar John Winston Lennon y Yoko Ono, relación que, según la leyenda negra, acabó con la mejor banda musical de la historia y, para otros, convirtió a una innovadora artista plástica en la gran “cabeza de turco” del rock.
Fue la segunda boda para el inglés y la tercera para la japonesa, que duró, como entonces prometieron y pese a una separación temporal de un año a mediados de los 70, hasta que “la muerte los separó” el 8 de diciembre de 1980.
Su más de una década de vida en común, su relación había empezado años antes, cuando ambos estaban casados, acabó con el asesinato del músico frente a la casa que compartían en el edificio Dakota de Nueva York, horas después de que Annie Leibowitz tomara una foto suya acurrucado y abrazado a su mujer, desnudo.
La historia de Ono y Lennon, convertido hoy en un icono del siglo XX, se resume en numerosas apariciones públicas, frases célebres y fotografías de desnudos y portadas de discos, reflejo de mucha música, mucho activismo antibelicista y mucha polémica.
En una de esas fotos aparece la pareja vestida de blanco hace cuatro décadas delante del Peñón de Gibraltar, ella de minifalda y sombrero de ala ancha, él con el pelo largo, sus características gafas y chaqueta, sosteniendo el certificado de matrimonio.
A sus 76 años, Yoko Ono es hoy la viuda más famosa del mundo, además de una artista que sigue experimentando, publica interesantes aportaciones musicales como el disco I Am a Witch (Soy una bruja) y auspicia exposiciones y performances varias.