Gaby Calderón le ha dado un plus al Betis, es un hecho. Desde su llegada, pese a que los resultados obtenidos no han levantado al equipo lo suficiente como para dejar de ser el colista de Primera División; lo cierto es que sí le ha imprimido a la mayoría de los futbolistas.
Los verdiblancos en pocas semanas descenderán de forma a Segunda salvo milagro divino, por culpa de una mala gestión institucional y deportiva, sobre todo a raíz de un periodo infame de dos meses, en los que Juan Carlos Garrido, no supo darle al plantel lo necesario para remontar.
Partidos claves ante Almería, Valladolid y Osasuna son trenes que ya no volverán a pasar para un club, cuyas esperanzas de permanencia hubiesen crecido de haber sacado más puntos en aquella serie de vitales encuentros. Por si fuera poco, los últimos arbitrajes perpetrados contra los intereses béticos han terminado por minar cualquier posibilidad ínfima.
El cambio de sistema, la irrupción de Rubén Castro en su mejor forma y la clasificación europea a las puertas de un derbi en octavos de final; es un notable baremo para poner en alza el trabajo del técnico argentino, que de no haber heredado un legado tan nefasto del entrenador anterior, tal vez otro gallo hubiese cantado. Algo, que ya nunca se producirá.
El beticismo se reivindicará el próximo sábado
Tras los recientes agravios arbitrales y el menoscabo de los estamentos de la LFP, la afición bética ha comenzado a promover desde los diferentes foros verdiblancos y páginas webs, acciones encaminadas a escenificar su enorme enfado en el Betis-Getafe con tarjetas rojas, pancartas, y gestos tales como dar la espalda al árbitro.