La Corrala Utopía ha terminado abriendo una brecha en la coalición del Gobierno andaluz, después de que la Consejería de Presidencia (PSOE) paralizara el anuncio de Fomento y Vivienda (IU) de que asumiría el realojo inmediato de las 22 familias de la Corrala Utopía. Aunque oficialmente se niega la “crisis de gobierno”, si el departamento que dirige Elena Cortés (IU) quedaba desacreditado por el portavoz del Gobierno, la respuesta era entregar las diez primeras llaves, las seis que había ofrecido inicialmente más cuatro localizadas en la última jornada.
El relato de la crisis de Gobierno comenzaba por la mañana con el anuncio de Fomento de que realojaría de forma inmediata a las familias de la Corrala, en diez viviendas de su parque desocupadas, y el resto asumiendo el alquiler temporalmente hasta que les adjudicaran una en construcción. La alegría se desataba en la Plaza Nueva.
Poco después, Presidencia informaba de que no se llevaría a cabo porque no se podían “saltar las listas indiscriminadamente”. Hay “más de 10.000 personas esperando viviendas en estos momentos en Sevilla y que ya tienen unos derechos contraídos”, decían confirmando los argumentos que, hasta el momento, había sostenido el Ayuntamiento. IU insistía, como así ocurrió, en que Fomento seguiría con su plan.
Tras ellos llegaría el portavoz del Gobierno andaluz, Miguel Ángel Vázquez, para confirmar que no se llevaría a cabo el realojo inmediato ya que la fórmula legal “no era la adecuada”, al existir un procedimiento reglado y “no se va a modificar el orden legítimo de las listas de adjudicación” de viviendas sociales. Se ponía “el contador a cero” y se estudiaría cada caso concreto, atendiendo situaciones de riesgo y a menores.
Vázquez, al igual que hacía el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, negaba que la situación provocara una crisis de Gobierno pero la realidad es que Fomento se saltaba más tarde la contundencia con la que se había paralizado el realojo.
A última hora de la tarde y de nuevo en la Plaza Nueva, las familias de la Corrala no sólo confiaban en que a lo largo de la noche se les entregaran las viviendas anunciadas, sino que mostraban orgullosas las llaves que se les habían entregado a diez de ellas. Correspondían a las seis que ya había ofrecido la Consejería más las cuatro nuevas que habían quedado desocupadas y se ponían a su disposición.
La mitad pensaba dormir anoche bajo techo; la otra, esperará fuera de Plaza Nueva el contrato de alquiler de urgencia que defiende IU.
