El Espanyol logró un empate contra el Rayo Vallecano en el 87, con un gol del argentino Diego Colotto tras un córner, después de que los de Paco Jémez remontaran, justo al final de la primera parte y al inicio de la segunda, el 1-0 inicial del uruguayo Christian Stuani a los dos minutos y medio.
Los catalanes, que sólo mostraron su mejor versión cuando se vieron atrapados por el marcador, deberán seguir trabajando para conseguir la anhelada permanencia matemática. El conjunto madrileño, por su parte, puntúa en el feudo perico, donde históricamente cosecha malos resultados, y sigue su escalada en la tabla.
El primer gol de la noche llegó muy rápido. Una combinación de Sergio García y Pizzi fue el origen de la diana inicial del Espanyol. El luso, tras un pase del capitán, dejó sentado a su marcador y asistió a Stuani desde la línea de fondo. El ariete uruguayo remató algo forzado, pero pudo batir a Rubén.
La reacción del Rayo fue muy tímida, un tiro de Rochina que Casilla despejó sin dificultad en el minuto 10. Al cuarto de hora, el tarraconense también frenó un centro de Arbilla. Los de Paco Jémez llegaban pocas veces y sin claridad. De todos modos, el peso del partido lo llevaba el anfitrión.
La defensa del Rayo, mermada por las bajas por la sanción de Gálvez y Rat, permitía demasiado. Los futbolistas catalanes disfrutaban de espacios y tiempo para pensar. Aún así tampoco dispusieron de excesivas opciones de peligro, pese a una caída de Sergio García en el 27, por la que reclamó penalti de Zé Castro.
A medida que avanzaba la primera parte, ambos equipos se repartían el balón. No hubo tiros entre los tres palos, pero sí avisos por parte de los dos. El Rayo examinaba la habilidad de Casilla en el juego aéreo, y el meta aprobó con nota atrapando todos sus centros, y el Espanyol amenazaba a la contra.
El guión cambió en el minuto 43. Bueno aprovechó el resbalón de David López en el vértice de la frontal para asistir a Falqué. El gallego, con espacio para encarar y chutar, colocó el balón a la izquierda del portero. Puso el empate a uno en el marcador y lo dejaba todo abierto para la segunda mitad.
De todos modos, los de Paco Jémez sólo tardaron cinco minutos en volver a dar un giro radical al encuentro. Nacho, desde más de 20 metros, centró a Larrivey, que remató el balón con la cabeza y dibujó una parábola para sorprender a Casilla y adelantarse en el electrónico (1-2).
Aguirre aumentó la pólvora de su equipo dando entrada a Córdoba y Lanzarote. El Rayo, sin embargo, no tenía intención de encerrarse. La apuesta ofensiva les ha llevado a salir del descenso y no la cambiarán. Rochina lo plasmó en el 63, paseándose ante una defensa poco activa y enviando un disparo raso a los guantes de Kiko.
Siete minutos después, y tras unos instantes de acoso blanquiazul, se repitió la misma situación con los mismos protagonistas: Rochina y Casilla. De nuevo, intervención providencial del tarraconense. Los de Paco Jémez tenían el partido donde querían y el Espanyol estaba obligado a arriesgarse.
Pero la insistencia local en los últimos compases tuvo premio. Pese a exponerse a peligrosas contras, como una de Lass en el 86,al final tuvo premio. Colotto cabeceó un córner en el 87 y empató el partido. La jugada fue muy protestada por los de Jémez. La tensión duró hasta el segundo final, aunque ya no hubo más sorpresas.