Una investigación de la Policía Nacional ha permitido interceptar 1.200 kilos de hachís en una embarcación que se dirigía a El Puerto de Santa María. Los dos tripulantes de la barca fueraborda y una tercera persona, que aguardaba en la costa para informar en caso de detectar presencia policial, han sido arrestados como presuntos responsables de un delito contra la salud pública. Además del estupefaciente y la embarcación han sido intervenidos un teléfono vía satélite y varios móviles.
Los agentes especializados en la lucha contra el narcotráfico habían centrado sus investigaciones en una organización de ciudadanos españoles, afincados en la Bahía de Cádiz, presuntamente dedicada al transporte de grandes cantidades de hachís por vía marítima. Tras varias semanas de seguimientos y vigilancias, los investigadores detectaron movimientos de los investigados en torno a una parcela de El Puerto de Santamaría en la que se ocultaba una embarcación matriculada en Galicia. La lancha, que contaba con un motor de 175 Cv de potencia, había sido adquirida por el responsable del grupo ahora desarticulado y trasladada hasta esta parcela del litoral gaditano. A la finca acudieron varias personas que extremaban las medidas de seguridad antes de entrar en la misma. Su objetivo era realizar diversas reparaciones para poner a punto los motores de la embarcación.
Una vez preparada toda la logística, la embarcación fue trasladada hasta el río Guadalete, donde fue fondeada durante varias horas antes de partir hacia alta mar para cargar el alijo. Ante esta situación, los investigadores del Grupo Operativo de Estupefacientes de la Comisaría de Rota y del Greco-Cádiz de la Comisaría General de Policía Judicial requirieron la colaboración del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera de Cádiz.
El dispositivo desplegado dio sus frutos y en una zona conocida como el bajo de los Cochinos, situada entre Cádiz y Rota, fue detectada la embarcación. Navegaba despacio y dejando tras de sí mucho aguaje, lo que indicaría que transportaba un importante peso, rumbo a la bocana del Río Guadalete. Ante los indicios de que la embarcación regresara de Marruecos cargada con hachís, los agentes procedieron a interceptarla y abordarla para inspeccionar su interior.
La barca fueraborda transportaba, ocultos bajo una lona, 40 fardos de arpillera que sumaban un total de 1.200 kilos de hachís, por lo que los dos tripulantes de la misma fueron arrestados in situ. Paralelamente, los agentes en tierra arrestaron a una tercera persona mientras realizaba labores de vigilancia y control para intentar evitar un eventual control policial en la Playa de la Puntilla de El Puerto de Santamaría.
La investigación, que continúa abierta, ha sido realizada por agentes del GRECO Cádiz de la Comisaría General de Policía Judicial y del Grupo Operativo Local de la Comisaría de Policía de Rota. Con ellos han colaborado la Guardia Civil y la Agencia Tributaria.
