Es la hora. La noche en la que los dioses del fútbol abren las puertas de su reino para recibir a los héroes que a partir de mañana campearan por el territorio europeo. Once hombres, once guardianes de un escudo que quieren llevar de nuevo a la gloria. Y es que los de Nervión no saben lo que es perder una final en Europa y hoy en Turín podría alcanzar su tercer entorchado en apenas ocho años. Toda una hazaña al alcance de muy pocos.
Media Sevilla hoy tendrá su mente, muchos su cuerpo, en la ciudad natal de San Juan Bosco, patrón salesiano. En Turín, más de 10.000 sevillistas se dejarán su último aliento para traerse “su copa”, el torneo fetiche por antonomasia de los rojiblancos. Más aún tras una edición en la que el Sevilla ha tirado de épica hasta en tres ocasiones consecutivas antes de llegar a una final que le va a enfrentar al campeón portugués, el Benfica de Jorge Jesús.
No habrá sorpresas en un once de gala que Unai Emery plantará sobre el Juventus Stadium. En el mismo no faltará nadie de los imprescindibles, como Beto, Fazio, M’Bia, Rakitic o Bacca. Quizás la principal duda pueda rondar sobre la recuperación del canario Vitolo. De no ser así, Marko Marin tomará su lugar.
Por parte lisboeta, tres son las principales bajas por sanción que no podrán disputar esta final de la Europa League. A destacar la del centrocampista Enzo Pérez, el motor, y la del extremo Markovic. Tampoco estará Salvio. Es la hora, la noche de hacer que Nervión vuelva a vibrar.
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