Aunque en los medios de comunicación siempre tiene más cabida los aspectos negativos de la salud pública, lo cierto es que a diario miles de profesionales se dejan la piel por salvar las vidas de los ciudadanos. El caso de la pequeña Nieves no deja de ser un ejemplo más, pero su padre Manuel Rodríguez ha querido compartirlo con todos los lectores para agradecer la inmensa labor que el equipo de UCI del Puerta del Mar al completo han realizado para salvar la vida de su hija, que con apenas 15 años de edad ha tenido que lidiar una difícil batalla para aferrarse a la vida.
Todo comenzó el pasado 21 de abril cuando Nieves ingreso en el Hospital, después de pasar varias horas en urgencias, aquejada de una insuficiencia respiratoria. Al día siguiente, ya en la planta 9, lejos de mejorar, empeoró súbitamente siendo trasladada a cuidados intensivos. Las palabras del facultativo que atendió a sus padres para informarles de la evolución de la niña fueron demoledoras: “Prepárense para lo peor estamos tratando literalmente de salvar la vida de su hija, que pende de un hilo tan fino, que ya puede estar roto ahora mismo. Lo peor, es que no sabemos que tiene, ya que es la primera vez que tratamos a una paciente con estos síntomas, y por qué no respira”.
Al día siguiente, tras una larguísima noche de espera, el jefe del equipo de UCI, comunica a los padres que está gestionando traer al especialista de Sevilla por el enorme riesgo que implica el traslado de Nieves al Virgen del Rocío.
Horas después, ese especialista del Hospital de Sevilla, el doctor José Luis López interviene a la pequeña para colocarle una prótesis en la tráquea para garantizarle el flujo de aire a sus pulmones a esperas del resultado del laboratorio, una intervención sumamente compleja y que dada la experiencia del doctor López y su profesionalidad, junto a la de su equipo, resulta un éxito.
Fue entonces cuando su padre conoció que el jefe de la UCI, fuera de su turno de trabajo, había localizado al doctor López que estaba de vacaciones “y sin dudar un segundo se dirigió con su equipo a Cádiz para atender a mi hija”.
Es a partir de este momento cuando el estado de Nieves da un giro inesperado, sus constantes se estabilizan y su recuperación empieza a tomar realidad. “La niña” como la llaman en UCI, es el centro de atención de todo el personal que se sensibilizan con su situación y ven en ella algo más que un paciente, ven a quien podría ser su hija. Es este lado humano-profesional el que casi todos desconocemos y es el que el padre quiere resaltar en este agradecimiento. “Mi reflexión desde el punto de vista profesional, es que al recortarles los salarios como han hecho con este colectivo, lo han hecho a sabiendas que ellos no trabajarían menos, ni peor porque el código de honor y el juramento hipocrático no les permite tal acto. Por ello este gesto les eleva en su categoría a la vez que hunde en su miseria a la clase política que toma este tipo de decisiones de la manera más ruin posible, poniendo en peligro la estabilidad de todo el sistema sanitario del cual antes o después dependeremos en algún momento de nuestras vidas.
