Esta temporada ha terminado jugando en el Juvenil B del Real Madrid que, a tres jornadas de acabar su competición, se proclamaba campeón. Llegó a Valdebebas allá por el mes de febrero, y logró marcar a principios de marzo, recién llegado a la cantera madrididista.
De El Puerto a Madrid, un paso importante. ¿Qué sentiste? ¿Qué paso por tu cabeza cuando te llamaron?
–La verdad es que sentí una alegría enorme y la verdad que más que por mi persona, por aquellas que siempre me han apoyado en esos momentos en los que uno los pasa mal. Me refiero a mis padres y mi familia en general. Y a mi círculo más cercano de amigos.
Imaginamos lo que supone un traslado de ciudad familiarmente, ¿cómo se vive? ¿Merece la pena por jugar al fútbol?
–Totalmente cierto, es una situación complicada, pero tampoco me costó tanto porque soy una persona que me relaciono rápido y no me cuesta integrarme. Además vivir allí es todo un lujo porque te lo dejan todo al alcance de la mano. Un sueño. Entrenar con Fernando Morientes: internacional y uno de los delanteros más importantes de nuestro fútbol.
¿Qué destacas de Fernando como entrenador?
–Su personalidad. Amante del deporte que realiza y del trabajo. Su humildad y cercanía con todos los jugadores tanto dentro como fuera del campo.
¿Qué te llamó la atención de Valdebebas a tu llegada al Real Madrid?
–Las instalaciones. Las había visto en internet, pero cuando llegas todo te parece increíble, piensas que es un sueño.
¿Cómo te has integrado con el equipo y los nuevos compañeros?
–Como he dicho antes, mi personalidad hace que el cambio fuera más facil. Todo cuenta, pero los compañeros pusieron de su parte y la verdad es que comparto una gran amistad con la mayoría. Para finalizar, suponemos que tu llegada al Real Madrid es un sueño cumplido,
¿Cuál es tu meta? –Mi meta es demostrar día a día lo que realmente valgo y mi nivel futbolístico. Si consigo llegar a eso, todo se irá sucediendo poco a poco.