La Fiscalía pide penas de ocho a cuatro años de prisión en el juicio que empieza hoy lunes en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz contra los 15 presuntos integrantes de una red dedicada al tráfico de cocaína entre Madrid y la provincia de Cádiz, la cual fue desmantelada por la Guardia Civil en octubre de 2012 en el marco de la denominada Operación Aceituno.
El juicio iba a celebrarse inicialmente el pasado 10 de febrero, si bien tuvo que suspenderse al no haberse citado a uno de los procesados y no comparecer otro, sobre el que se dictó una orden de busca y captura internacional. Finalmente, se fijó una nueva fecha, del 7 al 11 de julio.
Según el escrito de calificación fiscal, los hechos se produjeron en octubre de 2012 cuando los agentes intervinieron más de cuatro kilos de cocaína, dos de hachís y otros tantos de otras sustancias estupefacientes y realizaron una veintena de detenciones, siendo imputados finalmente 15 de ellos tras constatarse que venían dedicándose “desde época no determinada” al tráfico ilícito de cocaína.
Un total de 15 personas, casi en su totalidad vecinos de Jerez, y de otros municipios de las provincias de Cádiz, Sevilla y Madrid, se sentarán toda la semana en el banquillo acusados de un presunto delito contra la salud pública. Uno de los procesados es A.A.P, afincado en Madrid, quien supuestamente proveía de cocaína “a gran escala” a otras personas que, a su vez, la distribuían por distintos puntos de España.
Uno de los principales adquirientes de la sustancia ilícita era el acusado E.H.B, vecino de Jerez que acababa de salir de prisión y que presuntamente realizaba “periódicos viajes a Madrid” para aprovisionarse de la cocaína que luego distribuía principalmente en la zona de Jerez, San José del Valle, El Puerto de Santa María y otras ciudades de la provincia. Para adquirir la cocaína, E.H.B. supuestamente contactaba telefónicamente con A.A.P. para mantener personalmente reuniones en Madrid, alojándose en pisos alquilados por breve periodo de tiempo o enviaba a otras personas de confianza a recoger las sustancias. Así ocurrió a lo largo de 2011, año en el que E.H.B. habría planificado casi una treintena de viajes a Madrid para la compra de la cocaína, si bien en 2012 la periodicidad de los viajes disminuyó por un accidente de tráfico que sufrió.
Según los investigadores, E.H.B. se puso al frente de una organización dedicada al transporte de cocaína entre Madrid y la provincia de Cádiz que tenía dos líneas principales de distribución. De la primera de ellas se encargaba J.C.G.L, de 41 años y vecino de El Puerto de Santa María, que se dedicaría a la distribución y venta de cocaína en esta localidad, en Puerto Real y en San Fernando, además de recoger los beneficios económicos con los que financiaban nuevas compras de droga en Madrid.
Al frente de la segunda línea estaba F.J.G.G., supuesto encargado de la distribución en Jerez utilizando una local en el que se ejercía la prostitución y donde se suministraba tanto a clientes como a otros 'camellos', que después la vendían al por menor. Esta persona utilizaría, a su vez, a otros dos miembros de la organización, uno de ellos su propio padre, para repartirla a vendedores de localidades como San José del Valle y pedanías colindantes.
Las investigaciones para descubrir la actividad delictiva se realizaron durante cinco meses, motivando además la solicitud de intervenciones de comunicaciones telefónicas que fueron autorizadas en marzo de 2012 por el Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez, a través de la cual se pudo comprobar que el principal encausado E.H.B, según el Ministerio Fiscal, "se dedicaba a adquirir importantes cantidades de cocaína en Madrid".
