El catedrático Delgado García, que recientemente ha recibido el premio Maimónides de la Junta de Andalucía al mejor investigador en ciencias experimentales, subraya que este centro es “singular y único” en España porque une en la misma instalación quince laboratorios y media docena de habitaciones para animales modificados genéticamente.
Esta singularidad le permite investigar simultáneamente el comportamiento y la actividad cerebral de animales vivos, mayoritariamente ratones y ratas genéticamente modificados, a diferencia de la mayoría de laboratorios convencionales que no pueden realizar ambas actividades a la vez o lo hacen con animales previamente sacrificados.
“Este centro responde a la idea central de que el cerebro hay que estudiarlo en vivo y en directo; en el momento en el que se está produciendo una determinada actividad cerebral o un aprendizaje”, explicó Delgado.
En estas instalaciones de la UPO trabajan medio centenar de investigadores y de personal auxiliar que analizan los mecanismos electro-físicos del aprendizaje, la memoria y el comportamiento en animales complejos.
“Los laboratorios para el estudio del comportamiento animal y de su actividad eléctrica cerebral se encuentran ubicados lo más cerca posible de donde residen los animales, lo cual facilita mucho el estudio fisiológico”, añade.
Este centro desarrollará hasta 2011 dos investigaciones financiadas por la UE sobre el reconocimiento sin electrodos de la actividad cerebral en animales complejos y para determinar los mecanismos cerebrales relacionados con la depresión y la ansiedad.
Además, cumple con las exigencias comunitarias de poder devolver los animales estudiados al animalario sin tener que someterlos a procesos de cuarentena, dado su diseño arquitectónico y su equipamiento científico.
Otra singularidad de este animalario es que buena parte de su instrumental científico ha sido fabricado por empresas españolas.
Estas dependencias ocupan unos 800 metros cuadrados dentro del edificio de servicios centrales de investigación de la UPO, que dispone de 2.500 metros cuadrados y cuya construcción y equipamiento han costado 3,4 millones de euros, cofinanciados con la Unión Europea.
Delgado García, director de la División de Neurociencias de la UPO, señala que este centro mantiene animales genéticamente manipulados para numerosas instituciones científicas, entre ellas, el Laboratorio Europeo de Animales Transgénicos de Roma (Italia).