En realidad, aclara el propietario, José Luis García, las serpientes no son un problema porque todo el mundo las quiere, pero no hay manera de colocar un león macho puesto que, como ocurre con el zoológico de Córdoba, necesita unas instalaciones especiales y no puede convivir con otro macho “porque se matarían”. Por eso el león y las serpientes “van en un paquete”.
José Luis explica que tiene al león desde que hace tres años lo cambiara por una serpiente en un programa de televisión, aunque ahora la ampliación del aeropuerto y la expropiación de su parcela le obliga a desmantelar el núcleo zoológico que tiene autorizado y en el que, además del león, tiene seis pitones (dos de ellas albinas), un cocodrilo y una tortuga gigante, entre otros.