La Archicofradía de Medinaceli lleva años intentando incrementar la altura de su casa de hermandad, con objeto de que los pasos puedan salir montados del interior, y al mismo tiempo igualar la línea de fachada de la casa contigua.
Desde la época de Juan José Moreno Torrejón como hermano mayor, ya se trabajaba en el proyecto, pero las condiciones del Peprich y el costo de la obra. El proyecto diseñado entonces por el arquitecto isleño y hoy hermano mayor de la hermandad del Rocío, José Luis Cordero Baro, ha sido sometido a unas modificaciones para adaptarse a los requerimientos del Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Peprich), aunque el plan de protección, en esta caso no protege y obliga a crear un patio central, ahora inexistente en la construcción.
El hermano mayor de la Archicofradía de Medinaceli, Eduardo Coto, informaba de que está a la espera de un un último permiso del Ayuntamiento para el inicio de las esperadas obras.
Por parte de la junta de gobierno se espera que en dos o tres meses, una vez comiencen, estén terminados las obras y que de cara a la próxima Cuaresma se pueda desarrollar con normalidad la vida de hermandad.
Por parte de la Archicofradía, no se quería perder el espacio que ahora perderán con la creación de un patio interior, a similitud de muchas casas del casco antiguo de San Fernando. La posibilidad de subir una planta, obligará también a modificar la sala de juntas, en planta alta: La casa de hermandad cuenta en su planta baja con una sala de exposiciones, almacén y vestíbulo. En la planta alta retranqueada, se ubica la sala de juntas y secretaría.
Las obras permitirán extender la segunda planta hasta la línea de fachada, permitiendo con su altura, que el paso de palio pueda salir montado, siendo uno de los de mayor altura de San Fernando.
Para llevar a cabo esta obra, la junta de gobierno ya trasladó tras la Semana Santa el paso del Medinaceli hasta una nave del polígono industrial de Tres Caminos. El viernes, fue trasladado el paso de palio de la Virgen de la Trinidad a la casa de hermandad y almacén de las Tres Caídas, que ya contaba en su interior, además del paso de la hermandad, con el paso de la Vera-Cruz.
Ahora, la casa de hermandad de la calle Amargura está en disposición de ser objeto de obras para mejorar la vida de la hermandad, y que supondrán el final de un proyecto en el que se lleva trabajando varios años.