Ni la puntería ni el fútbol sobre todo estuvo del lado del Betis esta vez, pues el conjunto verdiblanco no pasó del empate ante la Ponferradina en el Villamarín, por culpa de su incomprensible dejadez.
Una puesta en escena por parte de los verdiblancos bastante mediocre, pues el conjunto leonés llevaba el peso en los primeros minutos que no obstante, no se tradujo en ocasiones claras, las cuales sí cayeron del lado bético conforme avanzaba el envite.
Así, los locales tuvieron en un fuerte disparo desde fuera del área de Jordi Figueras y en seguida, lo propio con Rubén Castro que tiró cruzado sobre el poste derecho del guardameta visitante, la posibilidad de abrir el marcador; algo que ocurriría cuando se cumplía la media hora de juego.
El Betis, volcado en área rival y con la afición de Heliópolis empujando y muy motivada viendo la mejoría de su equipo, el tanto bético, de Jorge Molina aprovechándose de un rechace de la defensa de la Ponferradina a centro de Piccini, desatascaba un encuentro hasta ese momento, difícil de desestabilizar para el bloque de Mel.
Pero la ventaja mínima con la que se retiró el Betis al descanso, se tradujo en indolencia a lo largo de un nefasto segundo tiempo que le terminó costando los tres puntos a los verdiblancos, como suele suceder en estos casos.
Y es que los cambios desde el banquillo, que no surtieron efecto sino todo lo contrario y la un error de Dani Ceballos, provocó que Bruno en el descuento, cometiese un penalti ridículo que Yuri, recién salido al campo, transformó tras despeje de Adán.
Dos jornadas consecutivas sin conocer la victoria que ponen al Betis en quinto lugar, a dos del ascenso directo.