Un total de 33 personas fueron detenidas en Hong Kong por protagonizar incidentes violentos en una manifestación el domingo contra la entrada de comerciantes chinos en la ex colonia británica, informó la policía de ese territorio en un comunicado.
Los detenidos en la protesta, en la que participaron unos dos centenares de personas en su mayoría jóvenes, están acusados de delitos como posesión de armas, asalto a agentes de policía, obstrucción de la labor de las fuerzas de seguridad o desórdenes públicos, añade la nota oficial.
Según la información, algunos de los manifestantes protagonizaron enfrentamientos contra grupos de curiosos, lanzaron objetos o intentaron bloquear el tráfico en la zona de Yuen Long, cerca de la línea fronteriza con el resto de China.
Las tensiones aumentaron cuando la policía intentó dispersar a los manifestantes con gas pimienta e hizo uso de sus porras para detener algunos incidentes violentos, en los que hubo varios heridos, entre ellos cinco policías y un fotógrafo de la prensa local.
Según la policía hongkonesa, los arrestos podrían aumentar en las próximas horas, mientras prosiguen las investigaciones de los incidentes. Los detenidos hasta ahora son 31 hombres y dos mujeres.
La marcha, la tercera de este tipo que se convoca en la ex colonia británica en las últimas semanas, se organizó para protestar por la gran afluencia de comerciantes chinos que pasan la frontera para comprar artículos y revenderlos en la parte continental.
Hong Kong es parte de China desde 1997 pero mantiene independencia en materia económica.
En la marcha del domingo se corearon consignas como "Volved a vuestra casa y comprad productos chinos" o "Nadie os quiere aquí, marchaos", informó hoy el diario hongkonés "South China Morning Post".
La policía teme que estas protestas continúen en el futuro y aumente su carácter violento ya que se rumorea que matones de las triadas locales (mafias del sur de China) han sido contratados para atacar a los manifestantes antichinos.
Hong Kong y China han celebrado la pasada semana las fiestas por el Año Nuevo Lunar, la principal festividad de estas culturas, una época en la que centenares de miles de turistas chinos viajan a la ex colonia británica para hacer compras.
Según el Gobierno hongkonés, el territorio no está preparado para esta enorme afluencia de visitantes, lo que causa crecientes tensiones entre los habitantes locales y los turistas chinos.
A ello se unen cuestiones políticas, dado que el pasado año decenas de miles de personas ocuparon importantes calles de Hong Kong durante meses para pedir democracia en la excolonia y menor intervencionismo del régimen comunista chino en los asuntos locales.
