Saliega, la hembra de lince ibérico que hace ahora diez años alumbró la primera camada de estos felinos nacidos en cautividad, vive sus últimos años en el Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz), único lugar del mundo donde se muestra al público linces ibéricos.
Saliega alumbró el 28 de marzo de 2005, en el centro de cría en cautividad del lince ibérico de El Acebuche (Doñana), los tres primeros cachorros de lince ibérico nacidos en cautividad: Brisa, Brecina y Brezo, de los que finalmente sobrevivirían dos.
El programa de cría en cautividad iniciado entonces para paliar el grave peligro de extinción de este felino, el más amenazado del planeta, ha acumulado en esta década unos trescientos nacimientos, de los que sobreviven más de 150 ejemplares, de los que cien han sido liberados en las reintroducciones emprendidas en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y el sur de Portugal.
Entre este centenar de linces ibéricos que han comenzado la colonización de nuevos territorios para este felino, nada menos que 23 son nietos de Saliega, "la hembra que hizo historia en el programa y que ahora disfruta de su jubilación en el Zoobotánico de Jerez, una vez que su periodo fértil ha concluido", según un comunicado de este centro, dependiente del Ayuntamiento jerezano.
Saliega había sido criada precisamente en el Zoobotánico de Jerez, instalación pionera en la cría en cautividad del lince ibérico, ya que fue trasladada a este centro cuando se decidió extraerla de una camada de tres hermanos en el Parque Natural de la Sierra de Andújar (Jaén), para ser una de las primeras fundadoras de este programa de cría.
Ya adulta, fue trasladada al centro de El Acebuche, donde desde el 2005 hasta su último parto, en 2012, dio a luz en siete ocasiones un total de dieciséis cachorros de los que aún sobreviven nueve que se reproducen en los centros de cría.
El año pasado nacieron sus primeros bisnietos, uno de los cuales, Lugo, ha sido liberado en Castilla-La Mancha en este mismo marzo.
Saliega se encuentra en una instalación de exhibición que recrea su hábitat, el bosque y matorral mediterráneo, en el Zoobotánico de Jerez, el único centro del mundo en el que se pueden ver ejemplares de lince ibérico.
Comparte instalaciones con el lince Jub, uno de los machos más prolíficos del programa y que fuera además padre de tres de sus camadas.
Fuera de la vista del público, en un lugar reservado destinado a la reproducción de especies amenazadas, se encuentra su hija Castañuela, que en pocos días saldrá de cuentas.
El programa de cría en cautividad del lince ibérico suma actualmente una red formada por cuatro centros: El Acebuche, en Doñana; La Olivilla en Sierra Morena; Silves en el Algarve portugués y Granadilla, en Extremadura, a los que se une el Zoobotánico de Jerez como centro colaborador asociado.