Un Lunes Santo de color pero también de mucho calor. Si un año antes las miradas se dirigían al cielo ante la amenaza de lluvia, este año las miradas huían de un cielo de estampa, azul cristalino y con un radiante y cegador sol.
El Perdón
La primera hermandad del Lunes Santo salió a la calle a las 15.30 horas desde una barriada con poca costumbre cofrade pero que cada año se vuelca más con la Hermandad del Perdón, que este año iba acompañada por 30 nazarenos más que el pasado año, con un total de 288.
Un año más, la Agrupación Musical Santa Cruz de Huelva acompañó al Santísimo Cristo del Perdón, que aparecía por el dintel de la Parroquia de Santa Teresa de Jesús a las 15.48 horas, entre aplausos, al son del Himno de Andalucía, con la Policía Autonómica como escolta y con una dirección clara: “Vámonos para Huelva”.
Es la hermandad con el recorrido más largo, ya que no regresó al templo hasta las 2.00 horas de este martes.
El Cautivo
De La Orden a la Hispanidad, donde la Hermandad del Cautivo inició su estación de penitencia poco después de las 16.00 horas desde su capilla, la de la Misericordia y con un sol casi insoportable.
La Banda de la Salud, que el Domingo de Ramos acompañó a La Borriquita, esperaba a las puertas de la capilla la salida del Santo Cristo Cautivo, obra de Antonio León Ortega. El paso de misterio se reencontraba con su barrio poco después de las 16.15 horas, pero antes, en el interior, una ‘levantá’ muy especial para un hermano, Juanma, “que está malito”. Paso al frente y el himno de España de fondo, en el corazón de la barriada de la Hispanidad.
A las 16.40 horas aparecía María Santísima Madre de la Misericordia, acompañada por la Banda Municipal de Villalba del Alcor. A paso lento, la hermandad inició su estación de penitencia, para vivir poco rato después uno de los momentos más emotivos de la jornada, al paso del Cautivo por el asilo de ancianos de Santa Teresa de Jornet, uno de los puntos más esperados de su estación de penitencia.
Al igual que la Hermandad del Perdón, El Cautivo no regresaría al templo hasta ya entrada la madrugada.
Tres Caídas
De la Hispanidad a el Polvorín (Isla Chica), donde a pesar de las altas temperaturas, una multitud esperaba uno de los momentos más esperados del Lunes Santo, la salida de la Hermandad de Las Tres Caídas. Este año el paso del misterio estrenaba la imagen del Cirineo, obra de Darío Fernández Parra.
Las puertas de la Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús se abrían a las 16.45 horas, y casi rozando las 17.00 horas aparecía por el pórtico. A partir de ahí, tres marchas enlazadas de la Banda Nuestro Padre Jesús Nazareno para el deleite de los asistentes, que disfrutaron del espectáculo que cada año ofrecen los costaleros de Nuestro Padre Jesús de Las Penas en sus Tres Caídas, aunque el momento más esperado llegaría entrada ya la noche, en la subida de la cuesta que lleva su mismo nombre.
Mientras, en el interior María Santísima del Amor aguardaba su momento, y se vivía una ‘levantá’ muy emotiva, dedicada a la gestora de la hermandad, que ha vivido un año complicado en su gestión. De ahí el agradecimiento a los responsables de la gestora, por haber logrado que “este Lunes Santo sea uno más”.
A las 17.15 horas, última chicotá en el interior del templo, ‘levantá’ por el costalero Luis Rodríguez ‘El Macaco’, y poco después de las 17.23 horas, María Santísima del Amor ya estaba en la calle. No volvería a su templo hasta pasadas las 2.35 horas.
El Calvario
Y de la multitud festiva del corazón de Isla Chica, a la solemnidad y seriedad de la última hermandad en desfilar el Lunes Santo, El Calvario. Desde el templo que lleva su nombre, en pleno centro de la capital onubense, a las 21.00 horas asomaba la cruz de guía por su pórtico. Tras ella, primero Nuestro Padre Jesús del Calvario, y después María Santísima del Rocío y Esperanza. Como cada año, una multitud a las puertas de la capilla en un silencio sepulcral.
La Hermandad del Calvario estuvo este Lunes Santo acompañada por la Capilla Musical Saltés. Este año ha estrenado las cantoneras en plata sobredorada para la cruz del Señor, obra del taller de los Hermanos Delgado; y la Medalla al Mérito Civil y Medalla de Oro de la Ciudad de Diego Sayago, exalcalde de Huelva, donadas por su viuda.
El Cautivo estuvo poco más de tres horas en la calle, y aunque fue la última en salir, fui la primera en regresar a su capilla. Así cumplió Huelva con el Lunes Santo, desde el corazón del centro y de barrio a barrio.
