No existen pruebas de que el material de construcción que entra en la Franja de Gaza sea empleado por lo palestinos para fines militares, sino que por el contrario tiene un uso exclusivamente civil, según dijo hoy el coordinador para asuntos humanitarios en los territorios palestinos de la ONU, James Rowley.
En declaraciones a la radio pública israelí, Rowley rechazó los argumentos que durante años Israel ha aducido para bloquear la entrada de material de construcción a Gaza.
Rowley matizó que el material que entraba en la franja palestina no era confiscado para fines militares, sino para asistir en la reconstrucción de las viviendas e infraestructuras destruidas en el último conflicto bélico en Gaza entre julio y agosto del año pasado entre Israel y milicias armadas.
El funcionario de la ONU aseguró que se ha creado un mercado negro de material de obra gracias al cual algunos habitantes ayudan a otros a rehabilitar sus viviendas.
En el plano diplomático, dijo que en la actualidad no mantiene conversaciones con Hamás para lograr un alto el fuego duradero en Gaza, pero que debe implicarse a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en los contactos destinados a estabilizar la zona.
En paralelo, Rowley pidió que se acelere el proceso de reconstrucción de Gaza y recalcó que deberían adoptarse nuevas medidas para levantar el bloqueo de la franja.
En la ofensiva israelí contra Gaza unas 18.000 viviendas quedaron total o parcialmente destruidas, según datos de la ONU, y cerca de 100.000 personas aún están sin hogar y muchos viven en campamentos provisionales o escuelas.
Las organizaciones humanitarias denuncian que hasta la fecha no se ha reconstruido ni una sola de las viviendas destruidas debido a que no llegan las ayudas de 3.500 millones de dólares comprometidas por los países donantes hace más de medio año.
